El Internet de las cosas, ese ecosistema de aparatos conectados a internet ya tiene numerosas aplicaciones en los servicios de la industria financiera. Bien sea para hacer seguimiento de los hábitos de los clientes para ofrecer descuentos en seguros, utilizar data biométrica para conformar identidad en un cajero electrónico o usar sensores para determinar la condición de un préstamo colateral, el IoT en los servicios financieros esta a la orden del día.
Según recientes estudios que valora el tamaño del mercado y el potencial de crecimiento para el IoT en la industria financiera generalmente coinciden en que hay una inversión sustancial con expectativas de un crecimiento saludable para continuar durante los próximos años.
Un estudio global de 2015 de Tata Consultancy Services (TCS) encontró que los participantes de los servicios financieros y de banca predicen que en promedio el gasto de IoT por empresa para el sector, crecerá a $153,5 millones para 2018, un 31 por ciento con respecto a los $117,4 millones en 2015. Los encuestados en la industria de seguros esperan que su presupuesto promedio por empresa aumente cerca del 32 por ciento entre 2015 y 2018, para pasar del $77,7 millones a $102,9 millones.
Mientras algunos bancos, empresas de pago y aseguradoras, particularmente de gran tamaño, son agresivos en su inversión de tecnologías de IoT, no todas las firmas de han asumido el reto aun. En agosto de 2015, entre los encargados de la toma de decisión sobre IoT a nivel mundial por parte de International Data Corporation (IDC) encontró que un 43 por ciento de los participantes de la industria financiera estaban familiarizados con el IoT. Esto es bajo con respecto a la industria del retail, donde la cifra alcanza un 56 por ciento, siendo el ,mayor porcentaje de las áreas medidas.
A pesar de esta relativa falta de conocimiento, la misma investigación encontró que un 58,4 por ciento de los responsables de las decisiones de la industria financiera ve al IoT como una iniciativa estratégica, comparado con el 20 por ciento que cree que es algo ‘transformacional’. Mientras que apenas un 5,6 por ciento señala que no es importante.
En una nota similar, de un estudio de 2015 de Efma e Infosys encontró que un 47 por ciento de los bancos a nivel mundial asignan una alta importancia al IoT como una tecnología disruptiva. De hecho, fue clasificada en cuarto lugar, después de movilidad (59 por ciento), analíticas avanzadas y big data (57 por ciento) y APIs abiertas (53 por ciento), todas las cuales son necesarias para que funcione el IoT.