Las siguientes marcas de alimentos no solamente desearon estar en la mente sino también en el cuerpo del consumidor.
Y es que, con tal de posicionarse, fueron capaces de ir más allá del sentido común y decidieron incursionar en un mercado diametralmente opuesto al que trabajaban (lo que en más de una ocasión terminó siendo un rotundo fracaso).
- El perfume de Burger King olor carne a la parrilla.
Lanzado el 1 de abril de 2015 en Japón, muchas personas llegaron a creer que se trataba de una broma más del Día de los Inocentes.
No obstante, la fragancia llegó a comercializarce en varias franquicias de la cadena de hamburguesas en ese país a un costo de 42 dólares con la particularidad que incluía una Whooper Burger en la compra.
- Agua de colonia olor a Pizza Hut.
Se dio a conocer en 2012 y fue lanzado en Canadá y de manera exclusiva para 100 fanáticos de Pizza Hut a través de su fan page en ese país.
A decir de la marca, la propuesta llegó a ser tan “exitosa” que un año después se relanzó la fragancia aunque ahora para una promoción del Día de los Enamorados.
- El labial de Cheetos.
Se trata de un lápiz labial que salió a la venta en 2005 y fue creado por Lotta Luv LLC para Frito-Lay.
Su principal característica era que no solamente venía en un empaque en el que “Chester Cheetos” era el protagonista sino que también anunciaba tener un “sabor a queso” -principal ingrediente de esta popular botana-, aunque se desconoce si también pintaba los labios de color anaranjado.
Definitivamente representa el caso más reciente al respecto y se trata de un barniz de uñas “para chuparse los dedos”, disponible en dos sabores: “Picante” y “Receta original“, cuya idea principal es precisamente que los consumidores se apliquen el supuesto barniz y laman sus dedos hasta acabar con él.
Fue creado por Oglivy & Mather para KFC Hong Kong con el objetivo de promocionar la marca en ese país.
Imagen destacada: Cheetos.