Por Camila González
[email protected]
@GFCam
Cuando leía yo en Facebook acerca de la reciente marcha contra la violencia a las mujeres –en la cual tristemente no pude estar– y las historias de acoso que han compartido muchos de mis contactos en este sentido, confieso que se me hacían nudos en la garganta. Por supuesto por los testimonios de vida que muchos valientes decidieron compartir, pero sobre todo porque me hizo reflexionar sobre la época en que vivimos.
Nos tocó un tiempo en la historia con herramientas y medios que nos permiten alzar las voces, romper las mordazas que durante siglos las personas comunes han tenido en sus bocas y en sus conciencias. Hoy nadie nos calla, bueno a veces Papá Facebook se toma esa atribución. Pero cientos de campañas que nos unen en objetivos comunes, como #vivasnosqueremos y #miprimeracoso, se expanden y nos aglutinan.
Es conmovedor. Esas campañas son otra forma de mercadotecnia, la llamé mercadotecnia de la libertad. Cada cual, quien sea, puede decir, contar, compartir, gritar, exigir. Todos volvemos a tener voz y las fuentes oficiales, como debería hacer sido siempre, se marginan y terminan siendo una versión más de los hechos.
Los teclado, hoy, son sinónimo de libertad. Bueno, claro, también de basura, de mentiras… Pero, si con si hubieran tenido conexión a la red, ¿qué hubiera sido de las causas de miles de mujeres sufragistas en el mundo? ¿Y qué decir de la marcha de la sal de Gandhi por los treintas? ¿El Apartheid? ¿Los inicios de las batallas LGBTI?
En este sentido, y poco lo pensamos, somos privilegiados. Tener voz y ser visibles no implica únicamente salir a las calles, sino hacer ruido, de muchas formas, alzar las voces, no conformarse, exigir el respeto, hacerse valer, dejar de ser entes pasivos aplastados por el cinismo de quienes creen tener el poder.
Algo esperanzador…
Y en términos de la violencia de género, pues ni hablar. Estamos marchando y manifestándonos por cada cosa y esta lucha es una de las más importantes para vivir igualitariamente. Claro, me sumo al rechazo a los feminicidios: #vivasnosqueremos, pero inclusive ¡alzo la voz para rechazar tantas y tantas acciones misóginas y machistas, sutiles y permanentes!
