Las actuales modificaciones económicas, tecnológicas y sociales han provocado que nuestra manera de asimilar el mundo cambie. Existen muchos factores que han propiciado estas transformaciones, que van desde los complicados traslados en las grandes orbes, el uso de nuevas tecnologías, la aparición del internet y las redes sociales, hasta cambios generacionales.

La idea del trabajo realizado desde casa y a través de internet representa una oportunidad, las empresas se han percatado de los beneficios que pueden obtener, puesto que ofrecer esta posibilidad a los colaboradores aumenta la productividad al laborar en un ambiente en el que se sienten cómodos.

Muchas compañías han entendido que los resultados son más importantes que la forma, el horario o el lugar en donde se desarrolle el trabajo es secundario, siempre y cuando, se obtengan un mayor desempeño de las actividades; por esta razón, han flexibilizado sus políticas para permitir que sus empleados realicen sus labores desde la comodidad de su hogar.

Cerca del 20 por ciento de los empleados alrededor del mundo trabaja de manera frecuente desde casa, mientras que el 10% lo hace de manera ocasional, según datos proporcionados por la empresa dedicada a hacer sondeos Ipsos/Reuters. Las regiones en donde más se fomenta esta tendencia son Iberoamérica y Asía. En la India, más de la mitad de los trabajadores lo hace desde su lugar de residencia, mientras que en Indonesia esta cifra es del 34%. En México, 30% de los trabajadores recurren a esta práctica. Sin embargo, países como Alemania, Suecia, Francia, Italia y Canadá, esta opción tiene menos impacto, ya que sólo cuentan con una participación del 10%.

Un estudio publicado en la revista Scientific American, revela que se espera que en este año el 37.5% de los trabajadores se sumen a la tendencia del teletrabajo, el mayor crecimiento se espera en Asia, con India y china, a la cabeza, aunque se menciona que Estados Unidos y Europa verán incrementadas sus cifras de teletrabajadores de manera considerable.

Si trabajar desde la comodidad del hogar ya se ha convertido en una tendencia a nivel mundial, valdría la pena analizar sus pros y sus contras. Es cierto que las nuevas tecnologías y productos permiten que exista una interacción entre los que colaboran desde su lugar de residencia y los que asisten a la oficina.

Para muchos, el no tener que trasladarse diariamente al lugar de trabajo puede representar una mejora a su calidad de vida. Evitar lidiar con el tráfico o el estrés cotidiano del transporte público se puede traducir en un mejor estado anímico, y por tanto, en una mejor productividad.

No obstante, esa idea que se tiene de trabajar en pijama, desde la comunidad de un sillón o frente al televisor, puede estar lejos de la realidad, pues incluso se puede a llegar a trabajar más horas si no se traza un plan eficiente. Hay que tomar en cuenta que en la casa existen muchos focos distractores que pueden obstaculizar nuestro desempeño, por lo que es recomendable adaptar un espacio para laborar.

Al final, el teletrabajador termina convirtiéndose en una especie de freelancer, ya que ambos deben organizar sus propios tiempos y trabajar más por objetivos que por horarios. Quizá sea por ello que al pensar en adherirnos a esta nueva tendencia tenemos que tener presente que se debe contar con un alto nivel de disciplina para organizar las labores.

Si encuentras que la mejor opción es trabajar desde casa con el fin de minimizar riesgos al fracaso, lo más recomendable es tener experiencia en el área en la que te vas a desarrollar, capacitarte constantemente para estar a la vanguardia, ponerte normas personales de trabajo y cumplir cada una de ellas sin excepción, así como ser metódicos y ser responsables al cien por ciento.