Existen productos cuya extensión de la garantía es mucho mayor que la del material en el que se encuentra establecida, lo que puede suponer un problema (de hecho lo es), pues con el pasar de los años y el deterioro del papel en el que suele estar impresa se pierde la misma. Pero Ikea a tenido una interesante iniciativa para resolver este dilema.
Para garantizar que cumplirán con la garantía de sus productos con más años de garantía, el fabricante de muebles sueco ha creado un recibo, de los que sirve como garantía, en el mismo material del producto al que está protegiendo.
De esta forma Ikea Austria ofrece a sus clientes lo que han llamado ‘Stål Kvitto’, la factura hecha en acero inoxidable y que además esta cubierta de una capa de materia resistente a los impactos, para que los consumidores estén seguros de que mientras dure el producto con 25 años de respaldo, también tendrá con que reclamar en caso de falla o defecto.