Buenos Aires, Argentina.- “La foto perfecta”, “es para un premio Pulitzer”, “podría ser el afiche de una película o la tapa de un libro, pero es una foto real”. Una excelente fotografía de un reportero argentino, la mejor publicidad para su diario.
Casi al tope de la lista de los recortes de recursos humanos en los medios de comunicación impresos están los fotógrafos.
Lamentablemente para ellos, las capturas de usuarios comunes, con teléfonos con cámaras de alta resolución y luego subidas a las redes sociales, en muchos casos los ha reemplazado a la hora de elegir imágenes para publicar. Los medios parece que por estos días anteponen la inmediatez (la gente está allí y el fotógrafo no puede estar en todos lados) que la profesionalidad (ver “La fotografía como herramienta de marketing”).
Sin embargo, hay excepciones. Y cuando esto sucede, se nota. Veamos el caso de la foto tomada este lunes por Marcelo Omar Gómez, fotógrafo hace 19 años de La Nación, uno de los periódicos más importantes de Argentina.
Primero hay que explicar que el tema de la cobertura era la detención del empresario Lázaro Báez, muy vinculado con el anterior gobierno argentino y centro de atención de todos los medios a partir del anuncio de que iba a ser llevado a declarar ante un juez por sospechas de lavado de dinero y corrupción (ver “Cuando una imagen puede inspirar a miles”).
En la cobertura había decenas de medios, decenas de fotógrafos profesionales y cientos de particulares con celulares dispuestos a tomar imágenes. Era de noche, llovía y estaba oscuro. Todos sabían que la foto que obtuviera iba a ser la portada del periódico del otro día. Y así fue, uno ganó, y fue el reportero de La Nación que logró la imagen perfecta.
Esta foto será un ícono https://t.co/D4Hl1HtpNB Gran trabajo de M.O. Gómez en La Nación
— Roberto Guareschi (@rguareschi) 7 de abril de 2016
Las redes sociales se lo hicieron saber al medio de manera inmediata, una vez que el periódico salió a la venta. “La foto perfecta”, “es para un premio Pulitzer”, “podría ser el afiche de una película o la tapa de un libro, pero es una foto real”, fueron algunos de los comentarios en las redes, junto con halagos en la radio y la TV. Todo junto, una excelente publicidad gratuita para el diario. Bueno, gratuita no es, porque al fotógrafo se le paga por hacer su trabajo, y vaya si lo hizo.
La tapa de La Nación con la foto del auto en tonos azules y Lázaro Baez atrás con cara de horror es para premio Pulitzer
— Dagny (@_DagnyTaggart_) 6 de abril de 2016
La repercusión fue tal, que hasta la propia La Nación debió escribir un artículo contando cómo se consiguió obtener. “Quizá fue la posición en la que tomó la imagen, tal vez sea esa luz que se ve en el fondo, que no se sabe bien qué es pero que le da el clima que se ajusta a la situación, seguro son sus más de 25 años de experiencia los que sacaron la foto perfecta: Lázaro Báez , con chaleco antibalas, esposado, con una suave mueca de incomodidad en la boca y una ráfaga blanca que ilumina el costado izquierdo de su cara de ojos negros y pelo canoso y labios gruesos”, describieron en el diario.