Si las comunicaciones cambiaron con el invento del teléfono, la llegada de su movilidad acrecentó el cambio y abrió nuevas posibilidades, después de que un 3 de abril de 1973 se realizara la primera llamada a través de un teléfono móvil y quedase ‘oficialmente’ inaugurada esta nueva era que ahora protagonizan los smartphones.

Para muchos, se trata de un inventó bastante más reciente, pues hace menos de veinte años que su acceso se hacía más popular, pero su existencia se remonta a principios de los años de 70 del siglo pasado cuando Martin Cooper, directivo de Motorola realizase desde una calle de Nueva York, la que sería la primera llamada desde uno de estos aparatos y nada más y nada menos que a uno de sus grandes rivales en Estados Unidos, AT&T en la persona de su directivo Joel Engel.

Martin Cooper en 2007, mostrando el famoso Motorola DynaTac 8000X desde el que se hizo la primera llamada.

Fuente: Wikipedia

Lo primero que le dijo fue: “¿a qué no sabes desde dónde te llamo?” y lo demás , literalmente es historia, la misma que surgía con este aparato llamado Motorola DynaTac 8000X cuyo peso era de 1,3 kilos y medía 33 centímetros de largo, antena incluida.

Cuando salió finalmente al mercado varios años después se vendía por 3.995 dólares. Para aquel entonces unas 300.000 unidades de dicho modelo llegaron a manos de los consumidores… una cifra irrisoria si se compara con la actualidad, en la que para finales de 2015 se contaban en el mundo con la misma cantidad de líneas móviles que de habitantes, es decir 7.300 millones de suscripciones según el último informe ‘Mobility Report’ de Ericsson.

Y es que desde que estuvieron a disposición del público, han pasado a ser objetos de verdadero lujo, especialmente en sus inicios, a ser parte de la vida diaria de miles de millones de personas en todo el planeta, gracias a que el desarrollo tecnológico y de materiales ha permitido poner a disposición de cada vez más usuarios, estos dispositivos a precios más accesibles.

No significa ello que los consumidores no estén dispuestos a convertir a algunos de estos modelos en símbolos de estatus, y pagar un precio por ello, como sucede con los modelos más costosos de marcas como Apple y Samsung, y es que ahora posiblemente lo que menos se hace desde un teléfono móvil es, precisamente hablar por teléfono. De hecho estos dispositivos se han convertido a un tiempo en los gestores de la vida diaria de millones de usuarios, pero además en auténticos objetos de deseo, como lo demuestran la locura que se desata con la salida al mercado de los nuevos modelos de las marcas más famosas.