Boy Chanel es un perfume masculino que puede ser usado por mujeres, esto en palabras de su creador, el perfumista Oliver Polge; en términos comerciales, se trata de un perfume unisex con la promesa de servir a ambos segmentos de compradores.
El marketing desarrollado por las marcas de perfume de diseñador ha creado historias en la que celebridades son personajes centrales, como ha ocurrido con Nicole Kidman o Giselle Bundchen para Chanel, Julia Roberts para Lancôme o Charlize Theron para Dior.
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— Julia Roberts Fans (@juliarobertsBR) 20 de marzo de 2016
NICOLE KIDMAN “CHANEL No 5” pic.twitter.com/TDLpRENOh7
— Queen P (@4Prina) 24 de marzo de 2016
✨ Winding down for This Tiring Thursday moaning over #CharlizeTheron on that mean walk #Dior #Jadore #buff ✨ :
— Mandy (@itsmandy101) 17 de marzo de 2016
Esta estrategia de marketing que incluso lleva a modificar la fórmula de un perfume para ampliar el alcance, ya había sido implementada por marcas como Calvin Klein One.
Aunado a esto, la media en las estrategias de marketing para perfumes de alta gama, en la que los personajes de las historias lucen cuerpos exquisitos o se muestran con prendas envidiables y arreglos estéticos hechos por profesionales, es porque a decir de Robert Green, entonces (1991) vicepresidente de cosméticos de Calvin Klein, “los perfumes no hacen nada”.
El marketing de las marcas de perfumes crean historias en las campañas que tienen que mostrar imágenes que motivan a comprar un producto que no tiene uso alguno.
El marketing de las emociones también explica que los sentidos son las maneras más fáciles para una marca, de llegar a usuarios o consumidores, por lo que las marcas de perfumes, generalmente sexualizan sus anuncios, como una forma de vincular el olor de la marca con el deseo.