Por Alvaro Rattinger
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Una de las características de los habitantes de América Latina es su manejo de la preocupación. En México, en particular, utilizamos el humor como vehículo para resolver nuestros más oscuros miedos. Si no me creen vean los memes sobre casi cualquier tema, el mexicano reemplaza el miedo con un sistema de autodefensa humorística y sarcástica. Hoy trataré de seguir ese camino, confieso que en gran medida por una preocupación importante de lo que sucede en la carrera presidencial en los Estados Unidos, tristemente en México no vemos la importancia de lo que sucede con nuestro vecino del norte. No importa quien llegue a la presidencia, lo que resulta evidente es que la posición que tiene la unión americana con respecto a México y el resto de América Latina ha cambiado para mal y las consecuencias son muy grandes para los dos países.
Mi existencia es resultado del conflicto de la segunda guerra mundial, mi abuelo escapó de Europa después de estar preso en Siberia por ser parte del Ejército Polaco, créanme, si decido reír es porque la alternativa es llorar.
Pero hay esperanza, en México por lo menos nos caracterizamos por siempre encontrar ventajas de cualquier situación adversa. Los que me conocen y leen constantemente sabrán que el humor forma parte importante de mi forma de pensar, —si no te ríes de la vida, la vida se reirá de ti—. Entonces les comparto las cosas que muy probablemente podríamos hacer los mexicanos con el famoso muro y que sorprendentemente tendrán mucho que ver con el ejercicio de marketing. Pero antes de comenzar hay que considerar una máxima mexicana —el muro de mi vecino es mitad mío—.
Vender espacios en forma de vallas publicitarias
No hay nada más interesante que explicar a un extranjero nuestro uso de la bardas como espacio publicitario. No somos el único país, pero seguramente somos el más exitoso con este sistema. Medios mexicanos han hecho de las bardas un gran espacio con excelente recordación y promoción de marcas de todo tipo, en ocasiones hasta han provisto de una fuente secundaria de iluminación. Probablemente sea buena idea comenzar con una licitación de quien tendrá el permiso de vender esos espacios publicitarios.
El muro tiene la ventaja de ser muy alto por lo que un anuncio publicitario de 8 metros de ancho no suena muy descabellado, en esa proporción podríamos colocar 388,271 anuncios en los 3,145 kilómetros que tiene de longitud la frontera. No todos los anuncios tendrían el mismo nivel de exposición pero estimo que en promedio se podrían vender en $20,000 por mes cada uno. Eso supondría un inventario publicitario de 7 mil 765 millones de pesos por mes para la empresa de medios con la concesión. En una de esas se resuelve el problema del petróleo gracias a Trump.
Bien “claridosos” los vecinos de @SPedroDLosPinos se leen estos mensajes, ahí donde es zona libre de parquímetros pic.twitter.com/IpI005jTQd
— Compa Guachachi (@Guachachi) January 23, 2016
3,145 kilómetros de retail space
Si algo hemos demostrado en México es que podemos construir casas de dos paredes. No veo por qué no sea posible hacer lo mismo con el muro. Ya se tiene resuelta una estructura que podría soportar un techo y dos paredes más para crear una serie de Starbucks, Oxxo y con un poco de suerte una docena de Walmarts. Tal vez una sección de artesanías y tourists traps tendría sentido. Un centro de convenciones y autocinema vienen a la mente, al final la pantalla ya estaría instalada, tal vez el problema sería coordinar que no prendan luces de búsqueda que interrumpieran la función.
El muro de Berlín atrae un número importante de visitantes al año y no se diga de la Gran Muralla China. Según weddingpaperdivas.com realizar tu boda en la Gran Muralla de China tiene un costo de $5,000 por evento, imagino que podríamos colocar el servicio con un poco de creatividad y de nuevo elevar el valor de los espacios publicitarios y puntos de venta que sugería previamente. No se compararía con los $34,000 dólares que cuesta un matrimonio en Disney pero si el objetivo es pagar $10,650 millones de dólares que costará el muro hay que buscar hasta cada esquina.
28 MENSAJES PARA DEJARLES A los idiotas de tus VECINOS para que YA NO SE PASEN… https://t.co/a3x117Ak4S VER AQUÍ pic.twitter.com/d1blD8h7AO
— Marcianadas (@Marcianadas_) January 12, 2016
El parque lineal más grande del mundo
Una posibilidad tal vez menos dramática es convertir el muro en una ruta turística. Una especie de Camino de Santiago o Pacific Crest Trail, que atraen ingresos importantes de deportistas y entusiastas del senderismo a nivel mundial. Podría ser una opción viable y además daría mayor valor a los espacios publicitario y tiendas propuestas en los puntos anteriores. Con un poco de cuidado se lograría un espacio ecológico y hasta aprovechar el muro construido como jardín vertical.
El problema que Donald Trump no ha considerado es una práctica muy desagradable que prevalece en especial en la Ciudad de México. Los terrenos baldíos —por alguna razón— son considerados basureros públicos. No entiendo cuál es el motivador pero si ponemos atención veremos que para cada terreno vacío en la CDMX hay un letrero que dice “propiedad privada: no tirar basura y cascajo”. No me sorprendería que casi de inmediato que se acabe el muro incontables personas hagan honor a la tradición milenaria de aventar la bolsa de basura al vecino. Esto tendría un efecto interesante ya que podrían vender “bara bara” un servicio de limpia tras fronterizo.
Planta de energía solar más grande del mundo
Con 3,145 kilómetros de muros que Trump ya decidió que tenemos que pagar sería posible montar celdas solares y proveer de energía sustentable a todo el norte del país. Al final, el muro pasa por regiones con un alto nivel de radiación solar. No imagino que sería difícil montar los paneles con un grado de inclinación compatible con las necesidades para generar electricidad. Según expertos entrevistados en CNN el muro tendría que construirse con una combinación de concreto y vigas de acero, no resulta imposible “colgarnos” y pegar nuestras celdas, con suerte acabamos vendiendo la energía excedente a California.
Vender miradores o crear el espacio deportivo más grande del mundo
Algo que admiro de la Unión Americana es la colocación de telescopios en sus puntos turísticos. Quien haya visitado el Empire State Building podrá recordar estos emblemáticos aparatos que se operan gracias al depósito de 25 centavos. Resulta interesante instalar estos aparatos y cobrar unos pesos para ver como se vive del otro lado de la frontera.
Varios deportes que requieren de un muro para ser exitosos, squash y jai alai vienen a la mente. Trump podría crear una oportunidad importante para hacer que México destaque en estos deportes sin considerar el valor agregado que tiene hacer botar una pelota todo el día en el muro de tu vecino, estoy seguro de que no será nada molesto.
Tal vez resulta buena idea que adoptemos una posición de sátira ante el discurso de Donald Trump, el criticar de manera sustentada no ha tenido ningún efecto en su campaña. Por el contrario, su aceptación según varias encuestas va en ascenso, el camino podría ser más efectivo si tomamos el humor como bandera.