Si bien la industria de los videojuegos es una de las que genera mayor derrama económica en el sector de entretenimiento, los cambios en los métodos de consumo y el auge de los dispositivos móviles han modificado de forma determinante la manera en la que se desarrollan las marcas y sus productos, por lo que hoy en día podríamos estar frente a la última generación de consolas.
La venta de hardware dedicado a videojuegos parece ser un negocio poco confiable actualmente, debido a que los videojuegos ahora están en todas partes, y por ejemplo, en el caso de los dispositivos móviles, se consiguen resultados altamente redituables con inversiones infinitamente menores a las necesarias para crear juegos AAA exclusivos de consolas.
Los juegos AAA exclusivos hasta ahora son la principal carta con la que las marcas cuentan para crear una identidad y una comunidad de usuarios constante que alimente la maquinaria necesaria para generar negocio a partir de la venta de hardware y software.
Sin embargo, ahora la marca Xbox podría estar cometiendo suicidio, y es que desde hace semanas se confirmó la llegada de títulos de Xbox One a PC, lo cual en su momento se limitaba únicamente a títulos que llevaban tiempo en el mercado, y no a nuevos lanzamientos, pero esto se ha acabado, y ahora los títulos principales de la consola se estrenarán de forma simultánea en Windows 10.
Esta decisión sin duda terminará por afectar el lento crecimiento de la marca Xbox One, y pone sobre la mesa la duda del futuro de las consolas de videojuegos, ya que probablemente en el caso de Microsoft y Sony, no se vuelva a publicar hardware específico para videojuegos, los cuales pasarán a vivir a otros ecosistemas, como smartphones, televisiones inteligentes, y por su puesto, la PC.