Hace algunas semanas platicábamos en ésta columna sobre los problemas que podrían venirse en el año 2016 en el ámbito económico. También hablamos de la incertidumbre que ello provocaba debido a la poca información con la que contábamos. Sin embargo, nos hemos enterado recientemente sobre el cambio en la política económica mexicana. Se ha anunciado el recorte en gastos en el Estado Mexicano, además de la suspensión de subasta de dólares por parte del Banco de México. De igual manera se ha anunciado el aumento a la tasa de interés de referencia.
Lo que podemos concluir con este respecto es que se acerca un proceso inflacionario, pues el aumento de la tasa de interés será reflejado por medio de la transferencia de estos costos por parte de los bancos hacia el consumidor final. Los créditos, particularmente los que corresponden a tarjetas de crédito se verán afectados, haciendo más caro el financiamiento a pequeña escala.
Lo que habíamos logrado evitar, que era el aceleramiento del proceso inflacionario en México (a diferencia de otras economías emergentes) podría estar llegando a su fin. Probabilísticamente veremos un mercado contraído por los próximos meses, en el que el poder adquisitivo de los mexicanos se verá mermado, particularmente en los niveles de ingreso medio de la población (que es generalmente el nicho con mayor nivel de deuda en comparación con sus niveles de ingreso).
¿Qué esperamos en la industria de la mercadotecnia? Podemos esperar presupuestos chicos y limitados y un énfasis particular en estrategias BTL de bajo costo y aumentos marginales en las ventas si no es que una ligera contracción aun con estrategias bien aplicadas.