Por Alvaro Rattinger
email [email protected]
twitter @varu28
El activismo en redes sociales no es nuevo, para el ciudadano común y corriente se ha vuelto común utilizar las redes sociales para dar a conocer lo que en su percepción es un abuso de la autoridad. Abundan videos de policías, funcionarios y hasta representantes de empresas que aparentemente abusan del ciudadano. Pero las cosas con Arne aus den Ruthen son distintas, no es el primer funcionario ni institución que graba notificaciones, el INVEA en la Ciudad de México hace unos años hacía lo mismo, pero sin lugar a duda es el más popular.
Arne aus den Ruthen ha ido en contra de ciudadanos que rompen la ley y en cada esfuerzo es acompañado por dos elementos, la policía y un teléfono que transmite todo en Periscope. Con poco más de 38 mil seguidores en twitter se ha vuelto un personaje en redes sociales, su página de Facebook está llena de mensajes de motivación que le piden que siga en el oficio de perseguir a los que deciden crear sus propias reglas.
[/g1_lead]
El “City Manager” de la Delegación Miguel Hidalgo puede ser criticado por su estilo brusco pero jamás por falta de valor, se enreda con una funcionaria que se niega a tirar la basura un día y al poco tiempo se ve enfrascado con guardaespaldas de un prominente empresario del Estado de México por ocupar lugares prohibidos en la vía pública. Me parece que sus intenciones son auténticas, en las grabaciones se puede ver que realmente cree en lo que hace. No se ha ganado el beneplácito de los regañados públicamente pero el número de fans sigue creciendo y podría estar gestándose frente a nosotros un nuevo camino en mercadotecnia política, el brutal y transparente cumplimiento de la ley.
Como ciudadanos hemos perdido en gran medida la confianza en que nuestras autoridades harán algo por la ciudad. Es increíble pero en la Ciudad de México escucho seguido a las personas quejarse por el incumplimiento de la ley pero dos segundos después se molestan por la ejecución de multas automáticas a partir de cámaras. Esta dicotomía en la sociedad es muy particular a México, por un lado queremos leyes y la ejecución de las mismas; por otro deseamos tener concesiones personales.
El crecimiento estrepitoso de Donald Trump es un fenómeno asociado a este hartazgo con la política tradicional, para bien o para mal, es mejor recibido un “honestote” que un político cauteloso. Sin embargo, Arne aus den Ruthen demuestra que no es el único camino. Al empujar la impartición y ejecución de la ley en vivo se puede romper el paradigma de los políticos y servir a la ciudadanía al mismo tiempo. En cierta medida se dan dos mensajes, por un lado se cumple la ley y por el otro se demuestra que no tiene nada que esconder.
Gustaría ver más servidores públicos que se animen a grabar su actuar diario. Me pregunto si es momento en que los ciudadanos reciban los mismos reflectores que han usado contra el gobierno. En todo el mundo el gobierno ha demostrado que no está por encima de la denuncia en redes sociales de sus abusos, pero ahora el juego se está equilibrando y serán los servidores públicos los que comiencen nuestra evaluación de la manera más pública.