En días recientes la policía holandesa intentó desencriptar un teléfono BlackBerry modificado y lo consiguieron, de acuerdo con información presentada a la BBC, algo a lo que la marca alegó, se trataba de un hueco de seguridad en aplicaciones de terceros y no en su propio sistema, el cual es utilizado por algunos de los mandatarios más poderosos del mundo, como Angela Merkel o Barack Obama, e incluso El Chapo Guzmán.
BlackBerry tiene una batalla difícil en contra de sus principales competidores, ya que durante 2015 su cuota de mercado corrió el riesgo de casi llegar a cero, con lo que la marca canadiense tuvo que reestructurar su plan de negocios y dar un giro a su estrategia, con el lanzamiento de su primer teléfono con sistema operativo Android.
Como parte de su nueva estrategia de comunicación, BlackBerry decidió adoptar el tema de la privacidad y la seguridad como ejes fundamentales de las prestaciones que sus equipos ofrecen a los consumidores.
De hecho, esta filosofía ocasionó que la empresa detuviera operaciones en Pakistán, país donde el gobierno exigió la instalación de puertas traseras en todos los dispositivos móviles.
Por su parte, otras empresas también han decidido luchar por la privacidad y seguridad de sus usuarios, como en el caso de Apple, empresa que de forma pública se ha negado a la instalación de puertas traseras en sus dispositivos, argumentando que ni ellos mismos son capaces de desencriptar un dispositivo bloqueado sin la contraseña.
No obstante, BlackBerry continúa navegando como la marca más segura en cuanto a dispositivos móviles, algo que necesitarán traducir en ventas si desean continuar en el negocio.
De forma reciente en Nueva York se presentó una iniciativa que obligaría a las empresas a instalar puertas traseras en los dispositivos móviles.