Y la polémica se encendió: En primer lugar, porque nos quedó en la boca y en la “pluma” ese peculiar sabor amargo de no poder ver más del talento mexicano y en segundo lugar, porque, seguros de que nuestros lectores son “opinión calificada” en la materia, decidimos apelar a una comunidad de especialistas más activa en la web.
Sobre los resultados de nuestro país en el encuentro publicitario:
México pierde brillo en el Sol
“Yo no creo que los premios sean el único `consuelo creativo´ de la industria. Todas las agencias decentes intentamos hacer trabajo sobresaliente. Esa es nuestra obligación. A los buenos clientes también les importan los premios, pero les importan más los logros de su marca. A ellos les pagan más por eso. Lo que tenemos que hacer TODOS LOS DÍAS es crear una cultura en la que el buen trabajo no se hace para los festivales. Se hace para las marcas”, opina Héctor Fernández, director vp creativo de BBDO México.
“La cosa no es entre nosotros, sino más bien hacia afuera del gremio. Tenemos algunos puntos sobre los que seguir platicando, pero sobre todo hay mucho trabajo que hacer ahí afuera. Con el resto de la agencia, en nuestras instituciones, y especialmente con los clientes. Más bien hay que tirar por la borda muchos lastres (miedos, tabúes, rituales, “esquemas de compensación”) y patear el tablero para empezar de nuevo. En muchos casos se ha perdido la pasión, ese deseo de “ganar, gustar y golear”. Nos hemos acostumbrado a perder”, contesta Pablo Malacari, socio y director creativo de Central de Ideas.
“A los creativos mexicanos y a los mercadólogos mexicanos les falta muuuucho contenido, así como tonelandas de imaginación e ingenio para salirse de su cajita y su área de confort”, agrega León.
Mientras Santiago Arellano confiesa: “Muy cierto, enfrentémoslo aunque nos duela: tenemos muy pocos creativos y demasiadas fantoches divas que piensan que con decir “chido” cada tres palabras y vestirse arrapastrosos son creativos”.
Desde la redacción de Merca2.0 queremos invitarte a opinar porque, más allá del matiz que tome cada comentario, lo saludable aquí es el diálogo. Leernos, escucharnos, respetarnos. Los mexicanos necesitamos y merecemos tener más diálogo.
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