Como parte de un evidente proceso en el que Cuba abre poco a poco su mercado y se ve un un inminente final al embargo comercial, la multinacional de productos al consumidor Unilever regresará a la isla para instalar una fábrica de jabón.
El año pasado fue uno de los más importantes en lo que se refiere a las relaciones de Cuba con la diplomacia y el comercio internacionales. En julio se reabrieron las embajadas de Cuba y Estados Unidos en ambos países luego de más de 54 años de tensas relaciones entre esas naciones.
El embargo comercial que pesa sobre la isla podría estar viviendo sus últimos años y cuando se elimine representará una gran oportunidad para el sector de productos y servicios de otros países. El grupo de publicidad WPP, al que pertenecen JWT y Ogilvy & Mather, ya cuenta con una oficina en La Habana que explora lo que será el futuro de los negocios en Cuba.
Hace unos meses la compañía telefónica estadounidense Verizon anunció que ofrecerá roaming en la isla caribeña. Luego las autoridades de Estados Unidos y Cuba llegaron a un acuerdo para permitir hasta 110 vuelos comerciales diarios. American Airlines, Delta, Jetblue, United y Southwest aplaudieron la medida porque abre la puerta para llevar a los turistas que en la actualidad hacen escala en México.
Ahora, de acuerdo con un reporte del Telegraph, Unilever comenzará operaciones en Cuba en 2017 a través de una fábrica de jabón y crema dental que se construirá en La Habana con una inversión de 35 millones de dólares. Lo hará en asociación con la empresa estatal cubana Intersuchel.
Unilever tuvo plantas en Cuba entre 1994 y 2011, el acuerdo actual llegó luego de que el gobierno de Raúl Castro le permitió a la multinacional tener la mayoría de propiedad en la empresa conjunta, es decir el 60 por ciento.
Cada año, Unilever tiene ingresos por más de 48 mil millones de euros y se estima, según Statista, que la cifra llegará a los 87 mil millones para 2020.
Según datos de la Organización Mundial de Comercio, la balanza comercial de Cuba tiene un déficit de 7 mil 970 millones de dólares, esto quiere decir que importa mucho más de lo que exporta, por lo que el gobierno cubano tiene razones para atraer inversión extranjera.
La instalación de fábricas en Cuba también representará un reto para México y los países de Centroamérica, que tendrán un nuevo competidor para la atracción de inversiones y generación de empleos en manufactura.
En marzo pasado una empresa mexicana dedicada al proceso de carne, Richmeat de México, fue la primera compañía extranjera autorizada para operar en lo que Cuba busca sea una zona especial de desarrollo económico a unos 30 kilómetros de La Habana.