Matthias Müller, director general de la automotriz alemana, continua disculpándose por el conocido como ‘dieselgate’ y en esta ocasión lo ha hecho en Estados Unidos, país en el que estalló el escandalo y en el que anunció una inversión de 900 millones de dólares.
Tras el escándalo de los motores diésel manipulados que ha dañado la imagen de la marca teutona, Müller ha declarado: “Lo lamento, sinceramente. Pido disculpas por lo que salió mal en Volkswagen”, al tiempo que aseguraba: “Estamos plenamente decididos a arreglar las cosas”, durante la primera visita que realiza a este país, después de ser nombrado director en septiembre.
Así mismo, durante la rueda de prensa al ser consultados por el periodista de AFP sobre la información que tenían de la posible recompra de 100.000 de sus coches, el director de Volkswagen, ha señalado que “esto es parte de la solución que queremos discutir con la señora McCarthy”, en referencia a la jefa de la Agencia de Protección del Medioambiente (EPA) de Estados Unidos, que dio a conocer el escandalo en ese país.
De los 11 millones de coches que admitió el grupo Volkswagen, que estaban afectados (equipados con un programa que podía alterar los resultados de los controles de polución) a nivel mundial, casi 600.000 se encuentran en Estados Unidos.
Es por ello que Müller señalaba también durante esta visita que: “Somos conscientes de que hemos decepcionado profundamente a nuestro clientes, a los órganos gubernamentales y al gran público de Estados Unidos” y como medida para recuperar esa confianza, la automotriz alemana anunció una inversión de 900 millones de dólares con la que se fabricará durante 2016, un automóvil 4X4 urbano de gama media, lo que implica la creación de 2.000 puestos de trabajo en la sede de la empresa ubicada en Chattanooga, Tennessee.