Desde que comenzó ésta década, se ha acentuado un fenómeno en los Estados Unidos que ha sido altamente controversial; evolucionando cada vez más con los años. Hablo de la Desnavidización de la Navidad. Es más frecuente año con año ver que ser refieran a la época como Holidays y cada vez menos como Christmas. Esto tiene como finalidad, el incluir a otras personas, etnias y filosofías en los festejos; el ser incluyente.
La más reciente gran controversia fue generada por Starbucks al haber eliminado de sus vasos toda ilustración alusiva a la Navidad y dejarlos en color rojo plano. Es interesante ver cómo esto abre discusiones en el vecino país sobre una “guerra cultural” en la cual se desea eliminar el concepto de Navidad para sustituirlo por el de fiestas. Sin embargo, visto desde éste lado de la frontera, me queda claro que la estrategia es meramente mercadológica. Las compañías no optarían por dichas decisiones si no tuvieran estudios que demuestran que las ventas aumentarían; o bien, que si no optan por lo “políticamente correcta” sus ventas disminuirían.
Esto los vemos cuando de éste lado de la frontera, la Navidad sigue fuerte y las “Felices Fiestas” poco mencionadas. Realmente, esto sigue siendo un fenómeno que existe en los Estados Unidos para estabilizar a una sociedad que se siente desquebrajada por diferencias raciales y culturales. El mainstream de los Estados Unidos desea sentirse bien consigo mismo al considerar que es menos racista al cambiar la manera en la que celebra las fiestas de diciembre. Esto no es necesario (aun) en países como el nuestro en donde una gran mayoría sigue dando por hecho la celebración de la Navidad (aunque esto se prevé que pueda cambiar en un par de décadas).
Como efecto, existen sectores de la sociedad norteamericana que se han demostrado en contra de esta tendencia, hablando de un abatimiento de los valores tradicionales de su nación y del fin de la “Grandeza Americana” (este tipo de discursos normalmente vienen aderezados con cierta cantidad de xenofobia).
La realidad es que en un mundo en donde la tensión entre culturas es percibida cada vez de manera más delicada, la tendencia será a establecer festividades que sean incluyentes y libres de ideología la propia. Quizás podamos sentir que ello les elimina del significado que era pensado como ulterior de la propia, pero al final de cuentas será esto un pequeño sacrificio a cambio de una convivencia más pacífica entre los seres humanos.