En esta colaboración presentaremos un menú de opciones para iniciar un proceso real de transformación digital, ante un inevitable mundo y economía digital 4.0.
¿Qué desea ordenar el señor?
Expresión característica que nos ofrece un mesero cuando estás a la mesa en un restaurante, las respuestas generalmente son: ”déjeme ver la carta”, “deme unos minutos” o “¿qué me sugiere?” del mismo modo, las transformaciones tecnológicas, digitales, la globalización de la economía, de las empresas en particular y del mundo laboral, así como el replanteamiento de las formas de empleo, nos están llevando a un menú de alternativas de perfiles para reclutar y seleccionar profesionales, que probablemente ni las universidades todavía los están ofreciendo como egresados de nuevas carreras y/ o de carreras universitarias modificadas, actualizadas.
¿Y el reclutador profesional qué recomienda?
Como un platillo en restaurante, y como lo haría un buen mesero, los reclutadores para poder recomendar a alguna persona, para laborar, colaborar, trabajar, requerimos estar actualizado en esos nuevos perfiles y contar con “la materia prima” adecuada y en este caso los candidatos, las personas, son esa materia prima.
¿Y el contexto actual que está exigiendo?
Este mundo laboral digital y físico, como un gran menú, involucra a todos los actores relacionados en el proceso de preparación, capacitación, reclutamiento, selección, retención del talento, instituciones de estudios en general, dirigentes de las organizaciones, reclutadores candidatos, y como parte de ese menú a ofrecer, presentaremos y revisaremos varios aspectos básicos a considerar:
1. Considerar qué los países, las personas, las empresas ya se están integrando al “Mundo Digital” y consecuentemente a la llamada “Economía Digital”, y esto sin embargo, no descarta que el mundo se siga moviendo en un contexto físico, analógico, son mundos complementarios, integrados en un híbrido.
a) Que lo digital y lo físico, analógico al no excluirse se complementan, y que no todo el mundo es y será digital.
b) Que ser o no digital será producto de una decisión, (bien o mal evaluada y ese será otro tema a revisar) ya sea porque no se justifica, no se acepta, no se tienen los recursos, o simplemente no se entiende o no se quiere entender.
Ante esta primera consideración, la moraleja sería: no nos deslumbremos ni excluyamos o sobreestimemos lo digital, mejor investiguemos, analicemos, estudiemos, evaluemos, hagamos pruebas piloto. Hay casos más que comprobados, por ejemplo, los compradores de productos físicos (ropa, artículos eléctricos, incluso digitales, etc.) buscan digital y compran físico, y viceversa ven y prueban físico, para que finalmente decidan comprar de manera digital.
Lo que sí sería inaceptable es, que digamos que la “Economía Digital” es una moda; estamos convencidos que llegó para quedarse y será la huella de la humanidad de esta era, del siglo XXI, como fue la edad de hierro, la revolución agrícola o la industrial.
2. Las empresas, los reclutadores y los profesionales debemos transformarnos para poder enfrentar y seguir siendo útiles, productivos, sujetos de ser contratados, ya sea como empleados, o externos, consultores, asesores, o por sistemas tipo outsourcing. Esta transformación implica considerar:
a) Aspectos psicológicos, anímicos, mentales, de actitud, etc. Esto significa reconocer que es una realidad el mundo digital, que no es una invención diabólica, que tiene sus pros y contras, pero que si conocemos, dominamos o por lo menos estamos actualizados en el tema, estaremos con posibilidad de discutir y/o tomar decisiones inteligentes, y las más convenientes para nuestro presente y futuro profesional y personal.
b) Implica en forma importante conocer, convencerse para sumarse a esta cultura digital. Capacitarnos para alcanzar la deseada conversión, la transformación que nos exige hoy el mundo de los negocios, que se ya opera indiscutiblemente con las tecnologías de información y comunicación, no debemos, ni podemos permitirnos la resistencia a esta transformación. Pensemos que hubiera pasado de haber ganado la oposición a la invención de la rueda, electricidad, computación, u otros grandes inventos de la humanidad.
c) Implica nuestra transformación profesional, la cual exige acción, es una cuestión de definir lo que queremos y necesitamos hacer para abordar la “La Nave Digital” para poder surcar los mares de la indiscutible “Economía Digital”.
En la red de redes que es internet encontraremos todas las opciones de actualización, capacitación, información, etc.del mundo del conocimiento digital, ya no hay pretextos para expresar “es que en la empresa (o yo) no tenemos recursos”. Las opciones son extraordinarias en el mundo del conocimiento, ya no está única y exclusivamente en las bibliotecas o universidades e instituciones educativas, hoy está en la red, en “La Nube”, las universidades han dado gran importancia a este nuevo sistema de enseñanza aprendizaje digital, soluciones como COURSERA que ofrece un sinfín de posibilidades de actualización profesional, con o sin costo, ahí encontraremos oferta académica de instituciones de todo el mundo, tipo Harvard, incluyendo instituciones en México como: TEC, ITAM, UNAM, etc.
Todos seremos TECH
Y encontraremos que los perfiles para cubrir las posiciones en las empresas serán “TECH”; Finanzas Tech, Ventas Tech, Mercadotecnia Tech, Operaciones Tech, Dirección General Tech y por supuesto Recursos Humanos y en general colaboradores Tech.
He asistido y estado al pendiente de información, estudios, investigaciones de las diversas agrupaciones de Mercadotecnia y Ventas, Recursos Humanos, Operaciones y en todas ellas existe la preocupación y ocupación para diseñar el nuevo perfil de los directivos, ejecutivos, colaboradores Tech, llámale 2.0, 3.0 y hoy hasta 4.0.
Estos perfiles tienen dos caras, la de la propia función y la de las TIC’s, las universidades y en general la instituciones educativas, desde “Jardín de Niños” ya están preparando programas curriculares educativos, profesores, facilitadores etc. para no naufragar en un mundo y una economía digital.
Como personas, empresas, instituciones en general, como sociedad o como país del siglo XXI tendremos que “ponernos las pilas” o mejor dicho “el chip digital”.
La cuarta Revolución Industrial
Ya está en marcha. La Industria 4.0 está impulsada por la transformación digital y necesita de una serie de tecnologías que vinculen el mundo físico con el digital y permitan dar un salto cualitativo en la organización y en la gestión de la cadena de valor.
No se trata de algo nuevo, y son numerosas las empresas industriales que ya emplean tecnologías digitales, tal y como mandan la hiperconectividad y la globalización de la economía actuales. Sin embargo, muchas otras empresas se están quedando atrás, lo que redundará en una pérdida de competitividad que puede resultar mortal, tal y como asegura el informe “Industria Conectada 4.0. La Transformación Digital de la Industria Española”. Elena Lostale @elenalostale Kaenlli
Y nosotros adicionamos “se requiere gente transformada, preparada digitalmente, mental y profesionalmente, pues las reglas, los paradigmas son y serán otros *
Dónde y cómo encontraremos ese Menú de Talento Digital
Así como hay medios digitales para capacitarse, actualizarse, informarse, también encontramos medios digitales para investigar, buscar y reclutar personal bajo la modalidad que se desee, redes sociales como LinkedIn, software social, buscadores y hoy sistemas, tales como Talent Clue, Nubelo que nos brindarán la posibilidad de seleccionar a la carta (para empelar, por proyecto, etc.) o buscarlos internamente, a través de redes sociales corporativas tipo Zyncro, y tener efectos, paladeando resultados positivos, así como saboreamos un postre al finalizar una buena comida y de esta manera brindar por el “excelente menú de talento digital disfrutado”, cerrando como lo hacemos ante nuestro mesero, con un sonado “muchas gracias, excelente servicio, los recomendaré”
Si en verdad todos hacemos nuestra tarea, personas, instituciones educativas, empresas, gobiernos, sociedades, países en general podremos encontrar un equilibrio económico, financiero, humano más conveniente para vivir y convivir en este mundo y economía digital del siglo XXI, de “La 4ª Revolución Industrial”.