Cada año, el diccionario de Oxford nombra la palabra que capta los mayores cambios en las tendencias del idioma inglés y este año los lexicógrafos se decidieron por una palabra que ni siquiera se puede pronunciar.
Se trata de los emojis, esas pequeñas ilustraciones utilizadas en las plataformas digitales y redes sociales que han tenido una explosión de popularidad.
“Es posible ver cómo las palabras tradicionales del alfabeto han tenido dificultades para seguir el paso a las demandas de comunicación del siglo 21”, dijo el presidente de los diccionarios Oxford, Casper Grathwohl en un comunicado. “Es sorprendente que un símbolo pictográfico como los emoji ha llenado esos vacíos”.
El nombre oficial para el emoji elegido es “cara con lágrimas de felicidad”, de acuerdo con Unicode Consortium, la organización encargada de la estandarización de los emoji. Fue introducida en 2010 y se puede encontrar variantes en dispositivos Android e iOsS, así como en la web y las redes sociales.
De entre más de mil caracteres emoji, Oxford eligió sólo uno, tras asociarse con la firma Swiftkey, creadora de teclados emoji, para identificar el emoji más utilizado. La cara feliz con lágrimas fue el más usado durante 2015, con un 17 por ciento de uso entre los estadounidenses, y un 20 por ciento entre los ciudadanos del Reino Unido.
El año pasado, el diccionario de Oxford también causó conmoción por utilizar la palabra “vape” (inhalar y exhalar vapor a la manera de un cigarro); en 2013 eligió “selfie” y en 2012 fue “GIF”.