Carvana es una empresa de concesionarios de coches usados que hace un tiempo ya ofrecía la venta de vehículos desde su página web y que podían recibirse desde donde se realizaba el pedido o pasar a retirarse en el establecimiento. Y como la mayoría se decantaba por la segunda opción, la compañía ha ideado una innovadora forma de entregarlos.
Después de escoger el coche que se deseaba comprar y como forma de tentar aun más a los clientes para que pasasen a recogerlos ellos mismos, Carvana creo una enorme máquina expendedora, ya que según Ernie Garcia, CEO de Carvana, “Sabíamos que si los clientes elegían recoger el vehículo, nos ahorraríamos el coste de los envíos. Pensamos que sería una buena idea invertir ese dinero y proporcionarles una genial experiencia de compra.”
La máquina ha sido instalada en instalada en Nashville, Tennessee y se trata de un sistema automatizado que inicia su funcionamiento como cualquier otra expendedora de este tipo, con una moneda, solo que en esta ocasión es una gigante.
La moneda es entregada por la empresa a los nuevos dueños, quienes luego de insertarla, ven como el mecanismo robotizado selecciona su coche de entre las 20 opciones repartidas en cinco plantas, para luego entregárselo.
Según señalan desde la empresa, el ahorro que supone el que vayan los dueños a recoger su coche, les permite realizar descuentos sobre el precio de los vehículos, de hasta 2.000 dólares .