Uno de los enemigos más poderosos que enfrentan las cadenas de restaurantes es microscópico. Se trata de la bacteria E. coli que ha provocado miles de infecciones e incluso muertes. Hoy Chipotle es la víctima.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la E. Coli puede causar una grave enfermedad de transmisión alimentaria, generalmente por el consumo de agua o alimentos contaminados, como productos cárnicos poco cocidos y leche cruda. Los síntomas incluyen cólicos y diarrea, así como fiebre y vómitos. Por lo regular los pacientes se recuperan en unos diez días pero en algunos casos puede ocasionar la muerte.
En el caso más reciente, la cadena de restaurantes Chipotle cerró decenas de sus tiendas en el área de Portland, Oregon, y la investigación indica que en la zona hay varios reportes de casos de infecciones provocados por la bacteria Escherichia Coli (E. coli).
Tras los reportes de E.coli en Chipotle, las acciones de la compañía cayeron cerca de un 3 por ciento en la Bolsa de Valores de Nueva York. Por lo regular este tipo de sucesos afectan a la marca porque la presencia de la bacteria se relaciona con problemas en la cadena de distribución y falta de higiene en el cuidado y preparación.
Durante el tercer trimestre de 2015, Chipotle obtuvo ingresos por más de 3 millones y medio de dólares, un crecimiento del 15.3 por ciento con respecto al año anterior, según datos de la compañía.
La bacteria E. Coli es una amenaza histórica para las cadenas de comida. Restaurantes como McDonald’s, Jack in the Box, Taco Bell, y Burger King han sido víctima del microorganismo. De acuerdo con el Centro de Control de Enfermedades, ocurren unas 264 mil infecciones por E. coli cada año sólo en Estados Unidos.