“Cuando se trata de Walmart no hay otra forma de definirnos: Somos baratos”, escribió el fundador de la mayor cadena de retail del mundo en su libro de memorias “Sam Walton: Hecho en América”.
Si el legendario fundador siguiera vivo, probablemente se sorprendería al ver que su fórmula par obtener ganancias es hoy imposible de sostener. El modelo de negocios de la cadena se sostiene en dos pilares fundamentales: Mantener los precios bajos para que los clientes compren más, y mantener también bajos los salarios de sus trabajadores.
El especialista en finanzas y colaborador del sitio The Street afirma que el reciente desplome en bolsa de Wal-Mart y los sombríos pronósticos sobre sus ganancias para este año y el que viene podrían “fácilmente atribuirse a las demandas de aumentos de salario de sus empleados”, así como al florecimiento de los gigantes del comercio electrónico como Amazon, que se mantiene abierto 24 horas del día, 7 días a la semana.
La compañía recientemente tomó la decisión de subir los salarios de sus trabajadores desde el mínimo de 9 dólares la hora porque descubrió que les convenía más ofrecer mejores sueldos que capacitar a nuevo personal.
De acuerdo con la agencia Bloomberg, “las ganancias en el sector del retail han aumentado consistentemente y ahora se mantienen en un 5 por ciento anual. A ese ritmo, si Walmart siguiera ofreciendo el salario mínimo a sus empleados, en un año estaría perdiendo al 60 por ciento de su fuerza de trabajo”.
Pero los costos de la plantilla laboral de Walmart no son el único factor que la empresa tiene que resolver.
Según Sozzi, la inversión de la cadena en iniciativas digitales y servicios de comercio electrónico alcanzará mil millones de dólares para el año 2017, y durante este año ya lleva invertidos entre mil 200 y mil 500 millones en el mismo rubro, en un esfuerzo por mantenerse competitiva ante Amazon, Best Buy o Target, que siguen reduciendo sus precios, mejorando la rapidez en sus cajas y diversificando sus alternativas para entrega a domicilio.
Pese a estas enormes inversiones en su plataforma digital, las ventas de la cadena siguen sin levantar. Recientemente la compañía informó que espera que sus ventas netas de este año se mantendrán planas, con una tasa de crecimiento de entre 1 y 2 por ciento.
“La ventaja competitiva histórica de Walmart -que históricamente ha sido su gran variedad de productos y precios bajos – se ha diluido ante sus competidores como clubes de precio o tiendas de extrema conveniencia como tiendas de todo a un dólar o cadenas de descuentos”, dijo el analista de Goldman Sachs Mathew Fassier en una nota a sus clientes.
De acuerdo con datos recopilados por Bloomberg, los márgenes de ganancia de Walmart, que incluyen costos de operación y pago de nómina, han caído desde 7.1 por ciento en 1987 a 5.6 por ciento en 2015, mientras que el retorno de inversión de la empresa ha pasado de 13.7 por ciento en 1988 a 8 por ciento en 2015.
“Estas alarmantes tendencias a la baja, en parte provocadas por los gastos en inversión para competir mejor y pagar mejores salarios, han sido ignoradas durante años por WalMart y sus inversionistas, que se han concentrado en la relativa estabilidad de la compañía”, dice Sozzi.
Por si esto fuera poco, las acciones de WalMart en la bolsa de valores se desplomaron un 11 por ciento durante esta semana, lo que sugiere una creciente preocupación de sus accionistas sobre el futuro de su negocio. Sozzi recuerda que el analista de bolsa David Shick escribió una nota a sus clientes que decía: “el mercado está reaccionando a la evidencia significativa de que WalMart ha tenido un exceso sustancial de ganancias”.
El CEO de WalMart, Doug McMillon dijo a sus inversionistas que la compañía está “más que dispuesta a reorganizar nuestro portfolio”, refiriéndose a la posible salida de mercados que no son estratégicos ni están siendo redituables.
En 2006, WalMart abandonó el mercado alemán, y como resultado obtuvo mil millones de dólares en ganancias. Ahorros como estos “podrían ser usados para invertir en activos clave como el negocio en línea o simplemente para calmar a los accionistas”, remata Sozzi.