Estimar un precio justo en base con la calidad del trabajo, las expectativas del cliente y la utilidad que deseamos obtener puede ser un gran reto para todo profesionista independiente. Lograr que el cliente perciba que nuestro trabajo es valioso y esté dispuesto a pagar el precio establecido, es determinante para mantenernos vigentes en el mercado.

Si bien es cierto, no hay una verdad absoluta ni una fórmula mágica sobre este tema, ya que existen muchas maneras para establecer precios por nuestros servicios, sin embargo los puntos abajo mencionados pueden ser una buena referencia para tomar en cuenta:

A continuación algunas recomendaciones para establecer un precio justo:

1. Esquema de trabajo: idealmente debemos plantearnos el esquema de trabajo y pago que deseamos cotizar. ¿Es un proyecto al que tendrás que dedicarle algunas horas? ¿El cliente tiene necesidades recurrentes en dónde se puede establecer una iguala mensual? ¿Puedes llegar a un acuerdo de comisión? o ¿Se requiere de un tiempo específico para la culminación de un proyecto? Tener muy claro estas condiciones es importantísimo a la hora de cotizar. Por ejemplo: Cotizar detalladamente el número de horas que se van a trabajar y los entregables que se darán en el transcurso de ese tiempo es fundamental.

2. ¿Cuáles son los sueldos en el mercado laboral? A manera de referencia, una buena forma de establecer un precio justo, es investigando cuáles son los sueldos para ese trabajo, servicio y/o tareas. ¿Cuánto gana mensual y/o anualmente incluyendo bonos, prestaciones, etc. Una persona que ejerce el mismo trabajo en una empresa? Se puede hacer una división por los días y/u horas trabajadas al año/mes y obtener un estimado del salario por hora. Evidentemente esto es solo una referencia, pero puede darnos un parámetro para iniciar.

3. Consistencia en precios: aún cuando es común escuchar que muchos profesionistas cotizan bajo el lema: “de acuerdo al pez va la pedrada” lo ideal es actuar de forma consistente y tener un parámetro de precios que no varíe mucho entre un cliente y otro. Al final, en el ámbito laboral la gente suele referenciar a sus proveedores por lo que idealmente debemos proyectar consistencia en nuestros servicios y precios.

4. Contemplar gastos fijos y variables: establecer un precio correcto para nuestros servicios implica contemplar gastos fijos y variables dentro de la propuesta. Aún cuando trabajes en casa, en alguna oficina temporal o incluso en un café deberás tomar en cuenta gastos proporcionales, por ejemplo de: luz, teléfono, contador, gasolina, etc. Igualmente es ideal que tengas un margen de utilidad aproximado por cada proyecto.

5. ¿Cuánto vas a ganar en verdad? No siempre se gana lo que uno quiere en términos de dinero, sin embargo cada proyecto, cliente, entregable nos deja siempre alguna buena lección. Quizá un proyecto o cliente nos abre las puertas a otros clientes, e incluso que puede suceder que el cliente quede tan contento con nosotros que vuelva a solicitar nuestros servicios de forma recurrente. Pero también es cierto, que hay proyectos y clientes que nos desgastan física y emocionalmente al grado de haber preferido no cerrar contrato con ellos. Y es que, si bien es cierto, en este mundo de los negocios: “Hay proyectos tan pobres que lo único que nos dejan es dinero”. Presta atención a eso y toma tus precauciones

Robert Kiyosaki, dice: “Es más importante aumentar sus ganancias que reducir sus gastos. Es más importante crecer su espíritu que reducir sus sueños” yo digo que es importante saber establecer nuestro precio en el mercado, y más allá del dinero que cobramos saber vender aquello que solucionamos y el valor agregado con el que nos posicionamos.