Internacional.- El concepto de ‘marketing de permiso’ no es nuevo y, de hecho, vio la luz hace más de 15 años de la mano del teórico del marketing Seth Godin en un libro que publicó con el mismo título. Esta estrategia se opone totalmente al denominado ‘marketing de interrupción’ y responde, precisamente a eso, a solicitar el permiso de los receptores.
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Enrique Dans, profesor del Instituto de Empresa (IE), se aproxima a este concepto en un artículo y lo relaciona con “tratar de mantener una relación con nuestro cliente que nos permita obtener de él un nivel de permiso determinado, que dé lugar a un desarrollo provechoso para ambas partes”. Esta técnica entra en conflicto con el mencionado ‘marketing de interrupción’, en el que “una empresa interrumpe algo que estamos haciendo para entregarnos un mensaje que nosotros no hemos pedido sobre un producto o servicio”.
Desde la agencia de inbound marketing, Inbound Cycle, explican que el marketing de permiso surge por “una situación de elevada saturación por el elevado volumen de anuncios y publicidad que el consumidor medio recibe en el día a día”. La clave de esta estrategia reside, entonces, en “que es el propio consumidor el que da permiso de manera totalmente voluntaria para que se le envíe publicidad sobre una marca o un producto determinado. Esto es así porque el consumidor presenta interés por el producto y desea conocer más en profundidad sus características”.
Una tercera definición la ofrece la compañía de email marketing MasterBase. Comentan que el marketing de permiso hace “un uso más eficiente de sus recursos, ya que las ofertas se envían a las personas que solo demuestran interés en el producto”. En este caso, “los marketeros obtienen permiso antes de avanzar al siguiente paso en el proceso de compra”. Un ejemplo de ello sería el envío de newsletters, que el interesado debe solicitar previamente.