Internacional.- Uno de los principales propósitos que persiguen las marcas que operan en Internet es tener visitas en su página web. Por supuesto que luego se las ingeniarán en transformar esas visitas en ventas, pero el primer paso es ese: atraer tráfico. Ya que recibir visitas es primordial para todo sitio web, es necesario comprender las diferencias entre el tráfico directo, orgánico y social. ¿Cuál es el mejor para una marca?
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En primer lugar tenemos el tráfico directo, que hace alusión a las visitas que llegan a una página web desde la barra del navegador, es decir, tras haber escrito la URL. Esto ocurre cuando los usuarios ya saben el dominio. De esta clase de tráfico pueden hacerse dos lecturas. Por un lado, si es alto, puede ser indicador de éxito en el sentido de que la marca es conocida y cuenta con numerosos internautas que recurren a ella; por otro, revela que la compañía está atrayendo a pocos usuarios nuevos.
El tráfico orgánico es aquel que se obtiene de los resultados de Google y otros buscadores. Poseer un alto índice de visitas a través de motores de búsquedas es muy buena señal, ya que significará que la estrategia de posicionamiento de la marca está siendo la adecuada. Sobra decir que la clave no es registrarse en cuantos más buscadores mejor, sino en emplear técnicas de SEO efectivas.
Finalmente, el tráfico social se relaciona con el fenómeno de las redes sociales y, de hecho, hace referencia a las visitas que provienen de estas plataformas. Se trata de una fuente de tráfico que está cobrando cada vez más importancia y que también está ligada al aspecto viral de los contenidos.