Buenos Aires, Argentina.- Los medios de Argentina reflejan una carta en Facebook de un joven adicto a las drogas que relata con crudeza su experiencia. Miles se han sentido identificados o otros han visto en Ezequiel a algĆŗn familiar amigo. Tiene un mensaje inspirador que es muy recomendable.
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“ProbĆ© el primer porro cuando tenĆa 16 aƱos. Al principio viste que mucho no pega (hasta sospecho que fumĆ© mal). Recuerdo que en ese tiempo escribĆa en un block de notas de la compu las cosas que hacĆa todos los dĆas. Pensaba que cuando tuviera 50 aƱos me gustarĆa leer ese archivo y recordar las cosas que hacĆa de pibeā. AsĆ, con esas palabras, comienza un posteo en Facebook que estĆ” siendo replicado en decenas de medios argentinos.
āLa carta de un adicto en recuperaciónā, āHablemos de drogasā, āUn viajeā, son algunos de los tĆtulos que los editores han escogido para un texto que refleja desde adentro, una vida ligada al consumo de drogas con un final esperanzador.
Con lenguaje simple, Ezequiel Britos Krautzer, en Facebook, cuenta que probó de todo (en cuanto a drogas) que se peleó con mil personas ādefendiendo el consumoā. āMi respuesta caĆa siempre en lo mismo, āfumar estĆ” muy bueno, te da otra visión de las cosas, todo es mejorāā, relata.
Ćste es el posteo en Facebook:
Hablemos de drogasProbĆ© el primer porro cuando tenĆa 16 aƱos. Al principio viste que mucho no pega (hasta sospecho que…
Posted by Eze Britos Krautzer onĀ Jueves, 27 de agosto de 2015
El texto completo:
En un momento la compu se rompió y la llevamos al tĆ©cnico amigo de papĆ”. El ātĆ©cnico covaniā, que serĆ” siempre recordado por mĆ como la persona que me mandó al frente ante mi viejo porque de curioso nomĆ”s abrió el archivo y leyó āhoy nos fumamos unas flores con los pibes, un viajeā.
Como pueden observar, desde los comienzos fue todo muy complicado. Creo que le debe pasar a mucha gente que fuma. Tus viejos no saben lo que haces cuando salĆs con tus amigos. No importa de dónde seas, podes ser rico o pobre, tener un millón de amigos o seguir juntandote con la barrita de siempre. No te mientas. El faso siempre esta dando vueltas por ahĆ y somos cómplices en Ć©sta.
Ā”Que alegrĆa los primeros viajes! DespuĆ©s que pasas la fase de āno me pegaā, empieza el torbellino de la alegrĆa. Pega siempre, todo es un viaje. āQue viaje mirar Animal Planet re locoā, āque viaje comer Nutella re locoā, āque viaje mirar las nubes re locoā, āque viaje caer a comer de tu abuela re locoā, āque viaje mirar a las hormigas llevar hojas re locoā. Todo es un viaje y todo es risas.
DetrÔs de esto, en mi profunda y honesta consideración, se esconde el aburrimiento. Ya comiste Nutella mil veces, miraste Animal Planet un montón de veces, fuiste a visitarla a tu abuela muchas mÔs. Llega un punto en la que esas situaciones cotidianas aburren. Necesitamos un empuje, una aventura, una mirada diferente.
De repente descubriste que las hormigas transportan el doble de su peso, que la cara de abuela tiene unas cosas raras, que el Nutella se deshace en tu boca de una manera prodigiosa. Del aburrimiento pasamos al conocimiento. A la otra visión. De repente te diste cuenta que todo es mejor si estÔs re loco. Todo es mejor y no voy a meter con eso. Todo es mejor, en serio.
Pero volvamos al comienzo. ¿Por qué se torna aburrido visitar a tu abuela si no estÔs locazo? ¿Por qué no podemos escuchar Pink Floyd si no estamos muy locos? ¿Por qué necesitamos fumar antes de comer algo rico? ¿Necesitamos entender algo nuevo? ¿Qué buscamos?
Por un lado creo que la obsesión comienza con una parte de nuestro ser que necesita emoción. Lo cotidiano es absurdo. Necesitamos sorprendernos de esas cosas que ya probamos. Coger con tu novia re loco debe estar muy bueno. Seguro que sĆ, pero, Āæno serĆ” que ya te aburriste de tu novia? ĀæNo serĆ” que el Nutella ya dejó de ser rico? ĀæQuedarse despierto toda la noche mirando documentales de animales no serĆ” un fiasco ya? ĀæNo necesitarĆ”s algo nuevo?
Justamente creo que detrÔs de la obsesión por las drogas se esconde la maldita cotidianeidad. El punto de fuga es el faso. Quiero caer en esto porque me tocó estar detrÔs de eso. Hay gente que no lo entiende al faso.
Me he peleado con mil personas defendiendo el consumo. Mi respuesta caĆa siempre en lo mismo, āfumar esta muy bueno, te da otra visión de las cosas, todo es mejorā. Interiormente hasta me creĆa mi visión bondadosa de las cosas. Necesitamos una excusa pero no ahondamos en la verdadera causa de nuestra adicción. No hay problemas, porque el faso nos hace olvidarnos.
En un momento, pasĆ© de ser un fumador ocasional, el llamado āfumador-social-de-chiruloā, que fuma solo cuando hay uno dando vueltas, a ser el fumador 24/7. Fumaba todos los dĆas porque lo necesitaba. Lo necesitaba para comer, para dormir, para jugar al fĆŗtbol, para salir a pasear, para salir de joda. Era una necesidad vivir en constante estado de no lucidez. Era una parte de mĆ. Era yo en mi relación con el faso, mi verdadero yo. O por lo menos eso es lo que yo me contaba.
Todas las noches antes de irme a dormir fumaba uno para escaparme de los problemas del dĆa. HabĆa noches en las que probaba no fumar, para ver si podĆa dormir igual. Me terminaba levantando a la madrugada a fumar porque no habĆa manera. De la nada me habĆa convertido en un adicto, sin querer queriendo. A los problemas, le habĆa sumado un problema mĆ”s. No habĆa escapatoria. ĀæNo hay escapatoria? Los fumadores tenemos un fuerte: el problema con las drogas siempre es de otros. Nosotros nos decimos que no somos adictos porque el problema lo tienen los pibes en la villa que fuman paco todo el dĆa.
Nosotros, los clase-media, fumamos porque somos rebeldes y no queremos convivir con los problemas mundanos de la sociedad. Nos rebelamos ante el sistema con un faso en la mano. Y sin querer queriendo, terminamos siendo un problema mĆ”s, siendo sin querer un nĆŗmero mĆ”s en la estadĆstica que discuten afamados doctores en sus convenciones. Pero igual, nosotros no somos el problema, el problema son los pibes de la villa.
Hay gente que jamĆ”s ha probado marihuana y critica a los fumadores con el Wikipedia abierto. Esta gente no puede entender al fumador porque nunca ha estado en su posición. Y si yo digo que la gente fuma porque estĆ” aburrido de su miserable vida carente de emociones, seguro que vos tambiĆ©n sos un ser afligido pero que la caretea. De ahĆ la pelea que se remonta a tiempos de Sarmiento con su dicotomĆa civilización-barbarie, careta-drogón.
De ahora en mƔs, cuando veas a alguien fumando decile que empiece kung fu o que haga un curso de cocina. Seguro que Ʃl a la segunda clase cae re locazo. Pero no importa, vos lo entendiste. Cada loco con su viaje.
Siguiendo con estos lineamientos, el fumador fuma porque estĆ” aburrido y el careta caretea su apatĆa por el mundo. El fumador quiere que pase algo todo el tiempo. El mundo es insoportable. ĀæDónde esta el problema? El problema es, y a esto lo digo con conocimiento de causa, que la marihuana abre las puertas hacia otras drogas. Si, seƱora de 70 aƱos, usted tenĆa razón.
De la marihuana saltĆ© a la cocaĆna, al LCD, a la pasti y a la keta. ĀæPor quĆ©? Por que la marihuana me aburrió y querĆa probar cosas nuevas. TomĆ© mĆ”s cocaina de la que hubiera querido, tomĆ© muchos mĆ”s cartones porque estĆ” buenisimo, la rueda me hacĆa bailar sonidos inbailables y la keta me dejaba tirando cortes.
No voy a entrar en los efectos que tiene cada cosa sobre uno, porque es un mundo sin fin. Cada loco con su viaje. El tema viene a colación porque realmente es necesario decir que en personalidades obsesivas es un patrón que se repite. La aventura y el riesgo de ser atrapado con una sabol en la billetera es un patrón de conducta que se repite.
MĆ”s de una vez, se me ocurrĆa pensar por quĆ© hacĆa lo que hacĆa. Nunca llegaba a conclusiones muy profundas porque todo el viaje que hiciste para llegar hasta ahĆ valió la pena. Me acostaba a dormir pensando que no querĆa tomar mĆ”s, que era la Ćŗltima vez que tomaba merca. Siempre es la Ćŗltima vez y siempre hay una mĆ”s.
Las drogas son realmente un flagelo. Le pasa a cualquiera, no distingue clase social, edad, condición ni género. El tema es que son pocos los que se hacen la pregunta a tiempo porque estÔn demasiado preocupados viendo cómo hacen para pegar una bolsa para el fin de semana. El drogadicto realmente no sabe qué es un drogadicto.
El adicto a las drogas sólo se divierte diferente. āYo no puedo salir a bailar si no tomo un cartónā. ĀæSaben cuantas veces se me cayó esa frase de la boca? Miles. Hablo por mĆ pero seguro que son muchos los que no pueden hacer algo sin la necesidad de una droga de por medio. ĀæY sabes cuĆ”l es la pregunta? La pregunta es porquĆ© haces lo que haces.
Les aseguro que es una sensación tan hermosa ser libre. En mi percepción, lo mĆo fue fuerte. QuizĆ”s hay algunos que se la aguantan mucho mĆ”s, porque vieron que en el mundillo de las drogas siempre hay alguno que se aguanta mĆ”s drogas que otros. Les puedo asegurar que siempre hay uno mĆ”s guapo.
En definitiva, yo sentĆ que no podĆa mĆ”s. No podĆa fumar un porro mĆ”s ni tomar una pastilla mĆ”s. SentĆa que si lo hacĆa una vez mĆ”s me morĆa. LleguĆ© al punto de tener ataques de pĆ”nico por la abstinencia. Mi cuerpo necesitaba pero mi cabeza ya lo habĆa entendido. Mi cabeza entendió que a mis problemas los tenĆa que solucionar por otro lado.
DespuĆ©s de eso, paz. De repente ya no estĆ”s pensando mĆ”s que vas a consumir el fin de semana. Es como volver a empezar. Te sacas la careta, y ves que todo te conmueve. Las hormigas llevando hojas volvieron a ser un viaje, pero en serio. Tu abuela volvió a ser un amor e ir a su casa a comer es alucinante. Todo lo que queres hacer lo haces cuando queres. Te diste cuenta que en realidad el cobarde eras vos. El que le huĆa a los problemas fumĆ”ndote uno eras vos. El que se tomaba un cartón para poder reĆrse eras vos. El careta eras vos.
El darte cuenta es complicado. Es difĆcil darte cuenta si no tenes nadie al lado que te diga que eso no te hace nada bien. Por lo general, sentĆs que todos te atacan cuando te dicen que deberĆas dejar de drogarte. Nadie te entiende. Que se vayan al carajo. Son uno mĆ”s en el sistema anti-drogas. Y vos seguĆs. Y estĆ” todo bien y todo va a estar bien. Nadie murió por fumarse un churro. Si, estamos de acuerdo, pero acordate de contĆ”rselo a todos tus sueƱos mientras seguĆs tirado mirando documentales de animales.
Creo que nadie llega a preguntarse las cosas porque estĆ” demasiado hasta las manos y es demasiado orgulloso para entenderlo. El drogadicto tiene el orgullo de ser un perseguido, de ser un rebelde. El drogadicto no escucha porque nadie lo entiende. āEscuchando al aire aprendĆ a elegirā, reza una canción.
BĆŗscate, conócete, preguntate si no estarĆ”s queriendo llamar la atención, ya sea a tu viejo abandonador, al sistema que te aplasta, a las cuentas que te corren, a las cosas que no te dejan ser o a tu vieja que es mĆ”s drogadicta que vos. Preguntate si realmente te gusta salir a bailar o lo haces porque van tus amigos y no queres quedarte solo. āEl precio de la libertad es la soledadā, dijo una vez el Indio.
Consultalo con la almohada, pregĆŗntate porque todo tiene que girar con una flor en el medio. ĀæPresión social? āDale puto una seca nomĆ”s, estĆ”n ricasasā. Preguntate porque terminas diciendo que si cuando en realidad no queres saber nada. Llega al fondo. Si necesitas fumarte un porro bien grande para encontrar las respuestas, hacelo. Pero te aseguro que te vas a olvidar de todas las conclusiones. ĀæIr al psicólogo? DifĆcil que alguien te entienda mĆ”s que vos mismo. ĀæDejar de juntarte con tus amigos? Puede ser, pero las decisiones las tomaste siempre vos. ĀæQuĆ© hago? Solo vos lo sabes.
Es un tema mambo negro. De todos modos, hace mƔs de un aƱo que no consumo y estoy feliz con eso.
Ahora, los pajaritos sonrĆen y se posan sobre mis hombros. Los dĆas son un amanecer hermoso y las montaƱas dibujan figuras animadas.
Mentira, nada de eso pasa. El mundo sigue siendo una mierda, pero yo no me escapo mƔs.
ĀæVas a seguir escapando?