Estados Unidos/México.- El polémico precandidato a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, ya no quiere comer galletas de la marca Oreo porque su fabricante decidió cerrar una planta en Chicago para abrirla en México.
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“Nunca volveré a comer galletas Oreo”, declaró Trump, y después agregó que volvería a hacerlo si encuentra una producción estadounidense de la compañía. Este tipo de comentarios contundentes, además de ser parte de la personalidad de Trump, han conformado su estrategia de marketing político en Social Media.
Mondelēz International Inc., compañía matriz de las galletas, anunció el mes pasado una inversión de 130 millones de dólares en la construcción de cuatro líneas productoras en México que sustituirán nueve de las más antiguas en Chicago. El propósito del cambio es reducir costos en la mano de obra.
Esta es la tercera vez que el precandidato hace comentarios con intención de ofender a la población mexicana. Recientemente corrió al periodista Jorge Ramos de Univisión, de una conferencia de prensa bajo la justificación de que no le tocaba hablar en ese momento. Anterior a esto hizo comentarios en contra de los inmigrantes mexicanos.
Durante su periodo de precandidatura, Donald Trump ha sufrido la pérdida de relaciones con grandes compañías debido a sus comentarios incendiarios, entre ellas las televisoras Univisión, Televisa y NBC; así como las marcas Macy’s y Nascar. Esta vez el abandono, sólo verbalizado hasta el momento, fue una iniciativa de su parte, aunque cabe destacar sus declaraciones como un arranque, pues la compañía productora de Oreo aún fabrica el producto en New Jersey, Oregon y Virginia.
