Por Alvaro Rattinger
email [email protected]
twitter @varu28
Mucho se ha escrito en últimas semanas sobre la depreciación del peso frente al dólar americano, desde explicaciones macro económicas hasta análisis de fuerzas externas en la región. Me parece cierto que el entorno es complicado y que el panorama internacional no ayuda a las economías de México y el resto de América Latina; sin embargo, la fortaleza del dólar no sólo es resultado de factores exógenos, también hay responsabilidad en nuestro país. Para mejor ejemplo ver Australia, una economía que no ha perdido tanto terreno frente a monedas extranjeras como el Peso Mexicano y otras de América Latina.
No pretendo convertir esta columna en un espacio de discusión en economía. El objetivo es entender las repercusiones que esto tiene en la capacidad de innovación de una región. Es cierto que un país con una moneda más débil se vuelve atractivo como fuente de exportación. Sin embargo, en un mundo digitalizado y sediento de innovación pierde competitividad tecnológica. Esto abre numerosas avenidas que pueden ser oportunidades para empresas en la región. El primer análisis obligado es el aumento evidente en costos de infraestructura tecnológica. Un tema que me preocupa seriamente. Amazon es uno de los principales proveedores de servicios de almacenamiento y servidores a nivel mundial, contratar un servicio con ellos implica necesariamente un compromiso en dólares americanos. Si consideramos los otros SAAS (Software as a service) como envíos de email, sistemas estadísticos o dashboards será evidente que la cuenta en dólares tiende a ser más grande de lo deseado. Los costos de infraestructura tecnológica de una plataforma digital usualmente suman el 35 por ciento de la operación. Si tu negocio depende de un sitio web para competir puedes contar con que tus costos subirán y que los precios de venta tendrán que afectarse. Esto puede dejar fuera del mercado a más de una empresa digital y daría un golpe casi mortal a las aspiraciones de innovación tecnológica de la región. No hay espacio para pensar en un Silicon Valley en América Latina con un dólar tan fuerte. La mayoría de las empresas en California están integradas verticalmente con otros proveedores locales, si se desea tener ese tipo de start ups habrá que conceder que dependerán de manera importante de compras en dólares.
Por otro lado presenta una oportunidad importante para la industria del marketing. Gracias a la tecnología las empresas pueden prestar servicios de manera remota sin pérdidas en eficiencia. Las agencias, medios y proveedores creativos podrán ofrecer su mano de obra a precios envidiables en países de primer mundo. Es cierto que los salarios de la Unión Americana no han subido de la mano con la recuperación económica; sin embargo, son menores a los de la mayoría de países en la región.
Al igual que los cambios en tecnología y sus consecuencias en la relación marca-consumidor el tipo de cambio presenta retos nuevos para los que trabajan en marketing. Por un lado es posible ofertar servicios con ventajas en precio, pero también es más fácil vender en condiciones de primer mundo desde la comodidad local. En esencia las empresas de marketing pueden convertirse en un motor exportador. Lo mismo sucede con medios que ahora pueden colocar espacios publicitarios en Europa sin mayor cambio en su estructura regional.
Otro fenómeno favorable es que en cada devaluación o depreciación de la moneda hay presión a las pequeñas empresas por invertir en marketing. Las crisis son fundamentalmente causantes de crecimiento en la industria. Simplemente, la mejor forma de crecer para una empresa es mediante dos posibles caminos: inversión en una mayor planta productiva o apostar fondos en la promoción de la empresa. No es necesario hacer mucho análisis para comprender que la primera necesita tarde o temprano de la segunda. Este tipo de movimientos en la economía nos apura a todos a tener esfuerzos especiales. Abrir la mente a nuevas ideas conlleva en muchos casos innovación.
No pretendo convertir esta situación económica en una apología del manejo económico del país. El objetivo es apuntar que ante esta realidad hay oportunidades que buscar y aprovechar. Mi perfil es y siempre ha sido positivo, con esos ojos trato de ver el entorno actual para el marketing.