México, D.F.-. Así como la publicidad exterior es uno de los vehículos más importantes para las marcas en la tarea de conectar con sus públicos objetivos, también se ha convertido para muchos en un problema que no para en la saturación de espacios públicos o en la invasión a la privacidad del consumidor, sino que trasciende a situaciones en muchas ocasiones fatales para las propias audiencias.

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Así lo revelan datos del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI), los cuales indican que en la Ciudad de México las ejecuciones publicitarias son uno de los distractores más frecuentes entre los automovilistas, por lo que se ubican como una de las principales causas de accidentes viales en la urbe.

De hecho, se estima que de los accidentes viales que se presentan en el Distrito Federal por distracciones cada año, el 14 por ciento -es decir 168 mil incidentes- se adjudican a la publicidad en vallas y espectaculares, mientras que a nivel nacional el número asciende a los 1.2 millones, lo que equivale al 44. 8 por ciento del total de los percances. Así, se estima que los daños por lesiones, muerte y/o discapacidad causados por la publicidad en vía pública asciende a 7 mil 560 millones de pesos al año.

En buena medida esto es una consecuencia de la falta de regulación en este sentido, misma que si bien, en los últimos años ha tenido algunos cambios, no termina por controlar el número de “impactos irregulares” -y en lugares prohibidos- a los que las audiencias están expuestos.

Como lo mencionan desde la Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano, de acuerdo con la ley debe haber sólo dos anuncios en un radio de 400 metros, pero en la práctica el número de espacios publicitarios colocados alcanza los 50.

Los números anteriores hablan de la imperiosa necesidad normas claras y funcionales -tanto para las audiencias, como para los anunciantes y agencias de medios que rentan los espacios- en materia de publicidad exterior, en donde la exigencia va más allá de un juego limpio para el negocio, para aterrizar en un tema de procurar el bien social.