Londres.- Hace unas semanas se difundía la noticia de que Shell comenzará en verano a realizar perforaciones en busca de petróleo en Alaska. Enseguida, Greenpeace se ha puesto manos a la obra para frenar lo que, a su juicio, es un riesgo debido a las “altas probabilidades” de que se produzca un derrame de petróleo en las aguas del Ártico. Para ello, ha lanzado una campaña de concienciación en la que juega con tres pinturas de paisajes clásicos americanos con el fin de mostrar una visión distópica del futuro.
Se trata de las obras de arte “Christina’s world” de Andrew Wyeth, “Pearblossom Highway” de David Hockney y “An Arctic Summer: Boring Through the Pack in Melville Bay” de William Bradford. Todas ellas aparecen mezcladas en esta “Canción de petróleo, hielo y fuego” (como se titula la campaña) y devastadas por unas furiosas llamas, como metáfora de lo que está por ocurrir si los planes de Shell siguen en marcha.
El resultado, por supuesto, es un mundo destruido y envuelto en fuego, que anticipa un daño que será irreversible.
La campaña ha sido realizada por Greenpeace en colaboración con la agencia Don’t Panic London. Los artistas Peter Kennard y Cat Phillips han sido los responsables de la transformación de esas pinturas a un auténtico caos.
Dirige Martin Stirling de Partizan, profesional que también se puso al frente de la campaña “LEGO: Everything is NOT Awesome”.
La pieza publicitaria ha superado el medio millón de visitas en el canal de la organización ecologista en YouTube.