Internacional.- El quarterback de los Patriots de Nueva Inglaterra, Tom Brady, vivió la gloria al ganar el más reciente Super Bowl pero hoy enfrenta un grave problema de branding personal que también podría afectar a las marcas que lo patrocinan.
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El “Deflategate” fue una controversia que surgió en la NFL el pasado enero cuando los Patriots enfrentaron a los Colts de Indianápolis y los derrotaron 45 a 7 , lo que los hizo obtener el boleto al Super Bowl XLIX, que luego ganaron a los Seahawks de Seattle.
El problema fue que durante el partido del 18 de enero, los balones de futbol americano tenían menos aire del que estipulan las reglas, lo que facilitó el triunfo de los Patriots (porque así los balones son más fáciles de atrapar). Durante las semanas siguientes los jugadores y el coach de los Patriots negaron saber sobre la situación o haber actuado con malicia.
Pero esta semana un reporte dio a conocer que la súper estrella Tom Brady tuvo conocimiento de la situación de los balones. El caso podría significar una suspensión de uno o dos partidos para Brady en la próxima temporada, según reportes de medios deportivos, pero lo que podría verse más afectado es su branding, que representa millones de dólares para él y varias marcas.
De acuerdo con Forbes, sólo en 2014, Brady ganó más de siete millones de dólares por acuerdos publicitarios con marcas como Under Armour, DraftKings, Glaceau Smartwater, Uggs, entre otras.
El problema de imagen de Brady seguramente pasará de largo para los aficionados de los Patriots pero no para los de los equipos rivales, quienes ya tachan al quarterback de tramposo y han creado cientos de imágenes, videos y memes para recriminarlo, un tema que volverá a ser relevante cuando Tom, quien además está casado con la super modelo Giselle Bundchen, regrese al campo de juego.
En los próximos meses sabremos si las marcas seguirán apoyando a Tom Brady o se alejarán un poco hasta que el jugador limpie su imagen.
