En los últimos años han surgido un montón de revisiones por encima de la teoría básica del marketing. Paradójicamente, me parece que estas revisiones no son más que una estrategia de mercadotecnia para vender más libros y teorías nuevas. Innumerables son las publicaciones que revisan la formula insuperable de Precio, Plaza, Producto y Promoción, al agregar una S de servicio, una C de Cliente, una P de personas o P de Postservicio.
La realidad es que Precio, Plaza, Producto y Promoción han demostrado ser suficientes para una estrategia de Mercadotecnia adecuada. Si nos damos cuenta, la S de servicio se puede englobar en la P de producto. Los servicios prestados junto con el producto no pueden ser separados del producto mismo y forman parte del valor agregado del mismo. La C de cliente se encuentra. De nuevo, incluida en la P de Producto; un producto que toma en cuenta al cliente no se va a vender. La P de Personas, que habla del personal de la empresa, se encuentra incluid parcialmente en toda la Mezcla de Mercadotecnia, y finalmente el Postservicio es parte del Producto.
El buscar reinventar lo que ya funciona es una constante de nuestra industria. La mercadotecnia busca reinventarse todo el tiempo. En muchas ocasiones esta tendencia es muy positiva, ya que las estadísticas y datos del comportamiento del consumidor se renuevan de manera periódica; las formas de llegar al mismo se revisan constantemente y las técnicas se revisan todo el tiempo. No obstante esto, también con frecuencia nos encontramos reinventando cosas que funcionan y que no tiene sentido el revisar, agregar o modificar.
Los fundamentos de la mercadotecnia han demostrado ser a prueba de balas. La mezcla de mercadotecnia, la segmentación, la Pirámide de Maslow y los niveles socioeconómicos estandarizados han probado ser herramientas que explican el comportamiento del consumidor y nos proporcionan las armas necesarias para favorecer las ventas en un segmento de mercado especifico.