La lectura de un libro puede llegar a inspira un titular y la redacción de un artículo.
“Dios eres tú y tu Marca Personal tu Religión” es la obra de Ecequiel Barricart; libro de obligada lectura para aquellos que se encuentren en la necesidad de definir su propia Marca Personal.
Al contrario de lo que ocurre con gran parte de la literatura vertida hasta ahora sobre este tema tan de moda, el autor nos propone un nuevo desafío y un nuevo enfoque invitándonos a contestar a dos preguntas transcendentales antes de lanzarnos a trabajar sobre nuestra Marca Personal. La primera pregunta es: ¿Sabemos cuáles son nuestros talentos? La segunda pregunta es: ¿Realmente trabajamos en lo que nos gusta, o simplemente hacemos aquello que nos permite vivir relativamente bien?.
Según el autor, cuando las personas logremos escapar de nuestro “paraíso encontrado” (zona de confort) y lleguemos a construir nuestro “paraíso deseado”, estaremos en disposición de ofrecerle al mundo algo (producto o servicio) con el suficiente valor añadido como para ser elegidos entre miles de opciones “parecidas” a las nuestras.
Antes de abandonar nuestra zona de confort será necesario haber indagado en nuestro interior (En nuestro corazón y no es nuestra razón) para descubrir cuales son nuestros talentos naturales y cuáles son las habilidades personales que nos permitirán brillar con luz propia.
Creo que todas las personas que han sido capaces de lograr las hazañas descritas en los dos párrafos anteriores están en disposición de encandilar y de convencer a la mayoría de personas que les puedan estar necesitando.
Pero ¿Qué ocurre después?. Una vez que hayamos tomado la decisión de dejar de ser lo que otros esperan que seamos para convertirnos en quienes realmente queremos ser, y una vez que hayamos descubierto en qué somos realmente buenos, nos quedará la parte más importante ; dotar a nuestra Marca Personal de una “historia sexy”.
Para Ecequiel Barricart, dotar a nuestra Marca Personal de una “historia sexy” consiste en construir un discurso narrativo que nos permita “llegar al corazón de nuestros fieles”.
En palabras textuales de Barricart “Una Marca Personal debe poder ser contada”. ”Prueba a contar tu historia, un storytelling que cautive a la audiencia basándose en tu concepto o misión”, añade el autor.
Algo, supongo, relativamente sencillo de hacer para quienes han decidido innovar en sí mismos y poner a disposición del mundo lo mejor que poseen. Algo relativamente fácil de hacer para aquellas personas que hayan tomado la decisión de arriesgar en la tarea de reinventarse para lograr ser fieles a sí mismas.
Como ejemplo de lo que podría llegar a ser una historia sexy, se me ocurre poner el ejemplo de un abogado o letrado que a sus 6o años decide darle un giro a su carrera profesional para terminar ofreciendo al mundo la sabiduría que sus más de 40 años de profesión le han dejado como su mejor legado. Nuestro abogado imaginario ha decidido convertirse en “formador de oratoria”. Disciplina ésta que le ha permitido defender cientos de casos en los juzgados y técnica que se ha visto obligado a estudiar en profundidad llegando a convertirse para él en uno de sus mayores talentos y en una herramienta que “ama” y respeta.
Tras tener claro los “servicios” que ofrecerá y después de haber pensado bien que efectivamente puede aportar un gran valor al mundo a través de sus cursos de oratoria se decide a escribir estas líneas que serán las que acompañen a su nueva Marca Personal: “Desde las dos grandes civilizaciones, la griega y la latina, hasta nuestros días, no ha habido legislador, gobernador, político, ponente o líder que no haya sabido que su gran herramienta de trabajo fuese el magnífico uso de la palabra hablada que había tenido el privilegio de ejercer. Siendo un convencido de ello y queriendo aportar al mundo la posibilidad de que todos los hombres y mujeres puedan ejercer su derecho de expresarse con claridad y con eficacia, asumo el riesgo de cambiar la profesión que siempre he amado por otra que estoy convencido me dará aún más satisfacción si cabe. Estoy seguro de poder contribuir , con mis cursos de oratoria, a lograr que las personas puedan ser más felices y puedan optimizar, a través del correcto uso de sus palabras, la consecución de la mayoría de sus objetivos”.
Según lo expuesto, parece que atrás van quedando los paradigmas que simplificaban la construcción de una buena Marca Personal a parámetros tales como tener millones de seguidores en las redes sociales o tener que escribir en la sección de “quién soy” de nuestra página web la palabra “gurú”.
Hace tiempo que lo venía sospechando y es algo que reitero y reivindico; la verdadera esencia de una Marca Personal no puede ser otra que la misma esencia de la persona a la que representa. Cualquier otra receta no deja de ser pan para hoy y hambre para mañana. Disfrazar nuestra Marca Personal de atributos intelectuales y emocionales que no nos pertenecen se llama, primero autoengaño y después, estafa colectiva.
Para bien y para mal, trabajamos como somos. De ahí que debamos comenzar por preocuparnos en averiguar quiénes somos realmente. Arduo trabajo este de enfrentarnos a nuestras debilidades y a nuestras fortalezas. Lamentablemente son muchos los que prefieren quedarse en el cómodo pero infeliz camino de la mediocridad.