Internacional.- La selección nacional mexicana nunca ha ganado una Copa del Mundo (al menos no a nivel de selecciones mayores), situación que no ha sido un impedimento para convertirse en uno de los equipos más rentables para la FIFA y para sus patrocinadores, cuyo contratos alcanzan valores de hasta 45 millones de dólares por ciclo mundialista (según ESPN). Sin embargo, no todas las selecciones nacionales cuentan con mercados tan fértiles para el balompié y deben conformarse con acuerdos mucho más discretos.
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Entre las muchas selecciones nacionales que nunca se han logrado clasificar para la Copa del Mundo, se encuentra el combinado de Etiopía, selección que se quedó a un paso de Brasil 2014 luego de sucumbir ante su similar de Nigeria por 4-1 en la ronda de Playoffs, actuación que podría haber terminado por conseguirle el acuerdo de patrocinio más redituable de su historia.
De tal modo la compañía cervecera Heineken, marca acostumbrada a invertir fuertemente en torneos como la UEFA Champions League o la MLS, se ha convertido en el principal sponsor de la Federación Etíope de Futbol, a quien pagará la increíble suma de 56 millones de birr, es decir cerca de 2.74 millones de dólares por un periodo de años.
No cabe duda que el no haber asistido nunca a una Copa del Mundo tiene claras repercusiones dentro del marketing de una selección nacional (además de las más obvias, claro está), aunque también ayuda sobremanera ser el deporte más popular en una nación con más de 100 millones de habitantes.