Por Alan Campos
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Una de las frases más conocidas del artista estadounidense Andy Wahol es aquella en la que indicaba que “en el futuro todo el mundo será famoso durante 15 minutos”, frase que parece finalmente haberse convertido en realidad gracias a la evolución de los medios digitales, misma que permite el encumbramiento de los grandes ídolos deportivos en cuestión de minutos.

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El último ejemplo de lo anterior es el novato de los Timberwolves de Minnesota, Zach Lavine, quien luego de coronarse como vencedor del concurso de clavadas del All-Star Weekend de la NBA vio aumentar significativamente el número de seguidores que ostenta dentro de Twitter, el cual actualmente roza los 100 mil seguidores, más del doble de los followers que ostentaba antes del pasado fin de semana.

Pero el basquetbolista no es el único deportista que ha visto aumentar su fama de la noche a la mañana como resultado de un movimiento espectacular en el último año, siendo uno de los casos más recordados el del receptor de los Giants de Nueva York Odell Beckham Jr., quien tras conseguir una atrapada irreal ante los Cowboys de Dallas mejoró sus bonos de manera considerable.

Sin embargo, el crecimiento exponencial en el número de followers de uno y otro jugador no sería nada si no se reflejara en el ámbito comercial, terreno donde seguramente Lavine experimentará un incremento sustancial en las próximas semanas y meses, de modo similar a lo acontecido con el jugador de la NFL, quien además de conseguir un par de contratos más tras la jugada antes mencionada, también logró convertirse en el jugador ofensivo con mayor venta de jerseys dentro del futbol americano profesional (sin considerar a los quarterbacks).

De tal modo, lo complicado ya no es alcanzar esos 15 minutos de fama, sino hacer que éstos puedan convertirse en 30, 45 o incluso una hora, pues los ojos de los internautas siempre están a la espera de la próxima gran jugada que les haga incluir a una nueva figura dentro de este particular panteón, mismo que las marcas siempre estarán igualmente ansiosas por explotar.