Internacional. En ocasiones, los obstĆ”culos en el Ć”mbito laboral se deben a la falta de comunicaciĆ³n o entendimiento que se generan al interior de los equipos de trabajo. Estas fallas -en ocasiones imperceptibles- pueden provocar una atmĆ³sfera hostil en la que la presiĆ³n, el estrĆ©s y la incertidumbre sean cuestiones de todos los dĆas.
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Por esa razĆ³n, te presentamos 3 estrategias efectivas para cambiar el lenguaje y lograr un mayor nivel de empatĆa con tu jefe, transformando asĆ la dinĆ”mica laboral:
1.- Cambio de roles
Cuando estĆ©s en un momento de tensiĆ³n y no encuentres la forma de llegar a un acuerdo con tus superiores, haz un ejercicio personal de cambio de roles para tratar de ponerte en el lugar de ellos. De esta forma, en lugarĀ de iniciar una discusiĆ³n o enfrascarte en otro debate sin sentido tendrĆ”s la suficiente claridad como para decirĀ “te comprendo y sĆ© que esperas (determinada acciĆ³n) de mĆ”, luego de eso puedes solicitar a tu jefe entrar en la misma dinĆ”mica con la frase “pero tienes que comprender que desde mi punto de vista sucede esto”. Este ejercicio pondrĆ” un contexto de cordialidad cuando se tratan temas delicados, asimismo es una de las mejores opciones para llegar a un entendimiento mutuo y a la creaciĆ³n de soluciones
2.- Una propuesta ante todo
Una caracterĆstica de la comunicaciĆ³n en las peores relaciones laborales es que todo se convierte en una lucha de poderes: empleado contra jefe en un debate por ver quiĆ©n tiene la razĆ³n o por saber quiĆ©n cayĆ³ en un error. Para remediar este tipo de diĆ”logo, puedes comenzar a proponer soluciones desde un principio -que no es lo mismo que hacer promesas sin sentido-. De esta forma, si el problema que presentas es el rendimiento, puedes hacer una propuesta que implique un cambio en la dinĆ”mica laboral que sea de beneficio para ambas partes. Recuerda que incluso la experiencia de renunciar a una empresa o ser despedido por tus jefes puede ser totalmente diferente si se logra establecer un lenguaje propositivo basado en acuerdos mutuos.
3.- Ejercita la honestidad
Es algo difĆcil de lograr si no es una costumbre de los equipos de trabajo. Sin embargo, en lugar de practicar las quejas constantes es mejor educarnos en el ejercicio de la honestidad: decir las cosas que te incomodan, molestan o las que te parecen injustas en el primer paso para darles una soluciĆ³n definitiva. Al hacer esto, debes estar suficientemente convencidoĀ de que tus puntos de vista tienen un fundamento y que estĆ”s actuando en nombre de la buena relaciĆ³n y cordialidad de tuĀ equipo de trabajo.