Santiago, Chile.- Aunque algunos les parezca de mal gusto, las personas somos también un “producto” y por tanto la forma de hablar, de vestirnos, de comportarnos y de relacionarnos con los demás determinan la imagen que proyectamos. Si no encuentras pareja y quieres tenerla ( hay mucha gente que de verdad prefiere asumirse como un ser independiente, vivir y disfrutar solo, pero son los menos), es probable que la imagen que crees proyectar no es la que los demás están recibiendo de ti. ¿Te estás marketeando bien para el amor? Veamos.
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Lo primero es analizar si eres consecuente contigo. Conocerse y quererse, en toda sus dimensiones, parece ser el primer punto que psicólogos y especialistas recomiendan para convertirse en una persona plena a cualquier edad- que no necesite un complemento, sino que atraiga un partner para compartir y ser felices “juntos, pero no revueltos”- y muchas veces la ansiedad de “estar con alguien” provoca en nosotros- especialmente en las mujeres- una cierta inconsecuencia que nos lleva a actuar como creemos que los demás quieren que actuemos. (¿Has visto alguna vez la serie de HBO “Mujer de Fases”, donde la protagonista se mimetiza con cada una de sus parejas? A eso me refiero. Pésimo personal branding, -Te estás marketeando mal)
Esperas que “el cliente” venga a ti. Si pasas encerrad@ en un ambiente que no es propicio para conocer gente afín contigo y estás esperando que “esa persona aparezca milagrosamente”, no estás haciendo una buena campaña. Y no se trata de ir cazando gente por la vida, sino de buscar espacios para tu propia realización. Una vez que estés feliz con ese tiempo para ti, es probable que tu imagen se vuelva más atractiva y empieces a atraer personas más interesantes a tu vida.
¿Tu vestuario denota depresión o poca coherencia? Recuerda que las imágenes dicen más que las palabras, muchas veces. Si te sientes abandonad@ y deprimid@, es probable que tu forma de vestir lo esté evidenciando. Y no hablamos de ir y comprar en grandes tiendas algo que llame la atención, sino de una preocupación mínima por verse bien, sin aspavientos, pero armónic@.
Si el “producto” está bien, los y las interesadas lo verán. Si no está entero, ninguna campaña de marketing podrá “venderlo” a un “cliente” que valga la pena. Si te estás marketeando mal, es hora de revisar tu estrategia y convertirte en lo que realmente eres para tener éxito.
