Internacional.- Los tatuajes de dragones, escudos de clubes de fútbol, estrellas o serpientes están bien, y sabe hacerlos. Pero este maravilloso procedimiento es tan revolucionario que se ha convertido en una esperanza para personas que creían que su imagen no se iba a recomponer nunca: víctimas de quemaduras.
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Una trágica experiencia propia llevó a una canadiense de origen iraquí, Basma Hameed, a derivar sus conocimientos como tatuadora hacia una técnica de “tatuaje médico” que sirve para tapar cicatrices.
Hameed, de 28 años, sufrió quemaduras a los 2 años de edad en más del 40 por ciento de su cara. Después de que le practicaran no menos de 100 procedimientos quirúrgicos distintos, decidió probar en sí misma un método desarrollado por ella para recuperar el pigmento de la piel.
El resultado fue mejor de lo esperado y, a partir de su propia experiencia, comenzó a usar la técnica en otras personas y en otras partes del cuerpo. Así, juega con tonos de pigmento y una máquina de tatuaje y se especializa en la llamada “micropigmentación paramédica”, una técnica de tatuaje que no busca crear dibujos, sino recuperar el color de la piel que ha estado expuesta al fuego. La noticia con la historia recorrió el mundo esta semana, luego de que fuera publicada por CBC News.
Hameed tiene una clínica en el norte de York, Canadá, y una en Chicago, EE.UU., ambas especializadas en la talla y micropigmentación paramédica.