Muchas veces tenemos la solución y la respuesta al todo enfrente de nuestras narices y no caemos en cuenta. El ego es una máquina que satura de autoestima a todos los seres humanos que tomamos decisiones de compras todos los días. Y lo peor de todo es que los que hacemos mercadotecnia muchas veces no lo tomamos en cuenta. El ego de los hombres y mujeres es un controlador de las acciones.
Lo hace todos los días y controla más del 90% de los millones de pensamientos que escupimos a diario. Si quieren ver de lo que es capaz el ego, este fin de semana vayan al cine a ver Birdman. Por lo pronto les comparto algunos consejos de cómo llegarle al ego de los clientes.
1.Vigila el autoestima de tus clientes y prospectos. Súbela y atácala para mantener el control.
- Bombardea el Lado B de tus clientes, lo que está oculto, la sombra de sus pensamientos.
- Habla y genera conversaciones con tus clientes, directas al ego. Dialoga de tú a tú y oblígalo a que domine las acciones.
- Haz saltar el ego de las personas, para bien y para mal. Genera movimientos del ego.
- Escucha los insights del ego. Dicen mucho más verdad que los discursos retóricos de los pensamientos ensayados y conscientes.