México, D.F.-. El comercio electrónico en México vive un momento de auge gracias a la creciente penetración de nuevas tecnologías en el país. Esta situación permite a esta industria romper barreras para iniciar un proceso en el que se desdibujan las líneas entre la comercialización offline y online.
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Mobile: el culpable
El buen momento que vive el e-commerce se refleja en las estimaciones de crecimiento proyectadas para el 2014 mismas que, de acuerdo con la AMIPCI, indican que el sector registró un crecimiento del 30 por ciento con lo que generó cerca de 12 mil millones de dólares.
En buena medida, el desarrollo de la industria tiene que ver con la acelerada penetración de dispositivos y sistemas de pago móviles en los hábitos de compra online de los mexicanos.
Al respecto, un estudio elaborado por PayPal indica que en los primeros nueve meses del año pasado el gasto en línea creció 26 por ciento lo que representó 97 mil 183 millones de pesos, de los cuales las plataformas móviles concentraron 15 mil 227 millones con un crecimiento del 46 por ciento. Para este año se prevé que estas cifras alcancen los 21 mil 91 millones de pesos y 39 por ciento respectivamente.
Como lo menciona Ignacio Caride, director general de MercadoLibre, “en México, el 88 por ciento de la población cuenta con una línea móvil y aproximadamente, el 43 por ciento de los usuarios ha realizado alguna compra, transacción o pago a través de estos dispositivos, en consecuencia los pagos online seguirán siendo muy importantes para el desarrollo del comercio electrónico en el país”.
Aplicaciones aplicadas
El contexto anterior habla del proceso de convergencia que el comercio en línea y el comercio móvil atraviesan, el cual impulsa a los retailers a desarrollar estándares y soluciones que brinden un soporte que satisfaga las necesidades del mercado, en donde las aplicaciones móviles son eje clave.
Así el nacimiento de apps enfocadas al comercio electrónico es una tendencia creciente que, de acuerdo con Beltrando Pini, socio de estrategia y operaciones de Deloitte, se está adoptando a ritmos diferentes de acuerdo a los sectores de cada proveedor: “La adopción varia de acuerdo a la categoría. Por ejemplo, en cuanto a productos electrónicos la influencia móvil está alrededor del 30 por ciento y la digital al 5 por ciento, mientras que las tiendas de consumo los porcentajes se dividen en 19 por ciento móvil y 35 por ciento a digital”.
A través de los esfuerzos móviles, los jugadores involucrados en el comercio online esperan ofrecer soluciones efectivas a las necesidades reales de los consumidores quienes cada vez son más demandantes e impacientes al momento de adquirir un producto.
“El e-commerce está evolucionando. Entre las nuevas tendencias encontramos Big Data, con lo que vamos a optimizar la información que generan nuestros consumidores para poder ofrecerles un servicio más personalizado y así mejorar su experiencia de comprar. Los dispositivos nos permiten acercarnos a nuestros clientes en cualquier lugar donde se encuentren y de una forma que no nos permitía las computadoras tradicionales”, detalló Bernardo Cordero, country manager de Linio.
*Más detalles sobre el artículo en la edición impresa de enero 2015
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