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Según un estudio de Deloitte, el 62% de los consumidores están más dispuestos a interactuar con marcas que muestran un entendimiento genuino de sus emociones.
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El uso de inteligencia artificial conversacional está en auge para mejorar la personalización y reducir la fricción en la experiencia del usuario.
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McKinsey refiere que, el 79% de las empresas que usan IA reportan mayor personalización y el 40% mejoras en experiencia de cliente.
La publicidad tradicional está quedando atrás. En un panorama cada vez más saturado de estímulos, las marcas buscan conectar con las audiencias no solo a través de datos demográficos, sino apelando a algo mucho más profundo: sus emociones. Y ahora, esa idea comienza a tomar forma en la pantalla del televisor.
LG, a través de su división LG Ad Solutions, se ha aliado con la firma especializada en inteligencia artificial Zenapse con la finalidad de incorporar segmentación emocional en sus televisores conectados. La propuesta: que los anuncios ya no solo se basen en lo que te gusta, sino en cómo te sientes.
La tecnología detrás de esta revolución se basa en el modelo Large Emotion Model (LEM), desarrollado por Zenapse, capaz de analizar los estados emocionales del espectador mediante una combinación de datos sumamente personales sobre sus hábitos, estilo de vida e incluso el tono emocional del contenido que consume. Esto permite adaptar los anuncios en tiempo real para que generen un mayor impacto emocional.
La plataforma Zenvision, también de Zenapse, interpreta las emociones que podrían despertar películas, series o anuncios, cruzando esta información con el comportamiento del usuario para generar perfiles emocionales. Así, los televisores no solo sabrán lo que ves, sino cómo te podría hacer sentir y usarán esa información para mostrarte la publicidad adecuada.
Este enfoque no solo redefine el papel de la televisión como medio, sino que abre la puerta a una nueva forma de interacción entre marcas y consumidores, donde la empatía se convierte en estrategia.
Y es que, en los últimos años, la inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una herramienta esencial en la industria publicitaria. De acuerdo con un informe de Statista, el mercado global de la publicidad digital basada en inteligencia artificial alcanzó un valor estimado de 35 mil millones de dólares en 2023, y se espera que supere los 107 mil millones en 2028. En este entorno, una de las tendencias más disruptivas es la publicidad emocional, un modelo que busca interpretar el estado anímico de los usuarios para ofrecer mensajes publicitarios más empáticos, precisos y efectivos.
Este enfoque se sustenta en el uso de modelos de inteligencia emocional artificial, capaces de analizar señales psicológicas y de comportamiento para inferir estados emocionales. Tecnologías como el análisis facial, el seguimiento ocular, el tono de voz o incluso el ritmo de navegación se combinan con algoritmos de aprendizaje automático para construir perfiles emocionales altamente detallados.
El atractivo de esta tecnología para el marketing es claro: un mensaje personalizado que se alinea con el estado emocional del usuario puede multiplicar la tasa de conversión hasta en un 70%, según cifras del MIT Media Lab. No se trata solo de mostrar el producto correcto, sino de hacerlo en el momento emocional adecuado.
Sin embargo, esta evolución también plantea interrogantes importantes. Organizaciones como el World Economic Forum y la Electronic Frontier Foundation han advertido sobre los riesgos éticos que implica analizar emociones sin un consentimiento explícito, especialmente cuando se trata de tecnologías en dispositivos del hogar como televisores, asistentes de voz o cámaras inteligentes.
Mientras las marcas y plataformas tecnológicas avanzan hacia esta nueva era de la publicidad empática, el debate sobre los límites entre personalización y privacidad se vuelve cada vez más urgente.
Cabe destacar que esto comienza a ser una tendencia que buscan replicar varias marcas. Un ejemplo similar es el de Netflix, que está probando una herramienta basada en IA de OpenAI en su motor de búsqueda para mejorar la experiencia y descubrir contenido.
Según información revelada por Bloomberg, la plataforma está integrando tecnología de OpenAI en su motor de búsqueda, permitiendo recomendaciones más precisas y adaptadas al estado emocional del espectador.
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