En un contexto global donde los conflictos internacionales parecen cada vez más presentes, la defensa de los países es un tema que, aunque crucial para los gobiernos, no siempre ocupa el primer lugar en las preocupaciones de la población. Según una encuesta reciente de Statista Consumer Insights, el interés de los ciudadanos en asuntos relacionados con la defensa varía significativamente de una nación a otra, con países que han experimentado cambios notables en su percepción tras eventos como la guerra entre Rusia y Ucrania.
La encuesta de 2024 revela que, en general, solo una de cada diez a una de cada tres personas en 21 países consideran la defensa como una prioridad importante. Sin embargo, se destacan algunas naciones que han mostrado una mayor preocupación, especialmente en Europa del Norte y del Este.
De hecho, Polonia lidera este grupo, con un 35 % de los encuestados manifestando una fuerte preocupación por la defensa, seguida por Finlandia, Corea del Sur y Suecia. Finlandia y Polonia, en particular, experimentaron los mayores aumentos en comparación con 2019, reflejando un cambio palpable en su percepción de seguridad debido a la guerra en Ucrania.
En contraste, países como México y Suiza figuran entre los menos preocupados por este tema, con porcentajes significativamente bajos.
En Asia, Japón y Corea del Sur, tradicionalmente más centrados en la defensa por su proximidad a Corea del Norte, mantienen una postura estable en cuanto a apoyo a la defensa, mientras que en India, el 14 % de los encuestados consideran la defensa como un tema relevante, similar a las preocupaciones de países como Australia y China.
Este panorama resalta que, aunque la defensa es una prioridad para ciertos países, no todos comparten la misma urgencia. Mientras algunas naciones, especialmente en Europa, han incrementado su enfoque hacia la seguridad nacional tras el conflicto en Ucrania, otras mantienen una postura más relajada, priorizando cuestiones internas como la economía o el bienestar social. La guerra en Ucrania, entonces, se perfila como un factor decisivo en la transformación de las percepciones de defensa a nivel global, destacando una tendencia hacia la reevaluación de prioridades en diversas partes del mundo.
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