
- El auge de los centros de datos genera un nuevo riesgo para los operadores de red por desconexiones repentinas.
- Un “apagón” alertó sobre la vulnerabilidad de la red eléctrica.
- La demanda energética de los centros de datos se triplicó y podría volver a hacerlo, complicando la estabilidad de las redes.
El impresionante crecimiento de los centros de datos, las instalaciones que alimentan la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y una porción cada vez mayor de la internet que consumimos, está generando efectos secundarios para los operadores de las redes eléctricas.
Lo que comenzó como una expansión tecnológica sin precedentes ahora presenta una nueva clase de vulnerabilidad para el suministro de energía, con consecuencias que podrían sentirse en la vida cotidiana y en la economía digital.
Un apagón evitado por poco en el corazón de la web
En las afueras de Washington D.C., una zona conocida como el Callejón de los Centros de Datos, que alberga más de 200 instalaciones y por donde fluye cerca del 70% del tráfico mundial de internet, un evento el verano pasado encendió las alarmas.
Un fallo en un protector contra sobretensiones en una línea de alta tensión cerca de Fairfax, Virginia, desencadenó una reacción en cadena que llevó a la desconexión repentina de la red de 60 de estos centros de datos, explica Reuters.
Estos centros, que en conjunto consumen tanta electricidad como una ciudad como Monterrey, activaron sus generadores de respaldo in situ.
Esta desconexión masiva, provocada por un mecanismo de seguridad diseñado para proteger equipos sensibles de las fluctuaciones de voltaje, generó un fuerte incremento en el exceso de electricidad.
La magnitud del desequilibrio obligó al operador de la red y a la compañía local Dominion Energy a tomar medidas, reduciendo la producción de las centrales eléctricas para salvaguardar la infraestructura de la red y prevenir un escenario catastrófico de cortes de energía generalizados en toda la región.
El suceso, revelado ahora con mayor detalle, forzó a los reguladores a reconocer una nueva debilidad en la red eléctrica estadounidense: las desconexiones imprevistas por parte de los centros de datos.
Es que las redes, tanto de Estados Unidos como de la mayor parte del mundo, no están diseñadas para soportar la pérdida repentina de centros de datos que consumen 1,500 megavatios.
Aumento de incidentes por culpa de los centros de datos
El problema en el llamado Callejón de los Centros de Datos no es el primero, sino el último que se produjo en los últimos cinco años, a medida que más centros de datos crecieron alrededor de las grandes ciudades.
La cantidad de energía utilizada por estos centros se triplicó en la última década, y se estima que podría volver a triplicarse para 2028, de acuerdo con un informe del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley.
Esta voracidad energética representa un problema considerable para las redes eléctricas.
En Texas, una revisión de los archivos del Consejo de Fiabilidad Eléctrica de Texas (ERCOT) identificó más de 30 eventos cercanos a fallos desde 2020, originados por la desconexión de grandes consumidores de energía, incluidos los centros de datos y los mineros de criptomonedas.
Problemas
El problema es que la mayoría de estos centros están diseñados para cambiar a generadores locales ante la menor señal de un problema en la red, con el objetivo de minimizar el riesgo de una interrupción en servicios como las búsquedas en Google o la minería de criptomonedas.
Los operadores de red quieren exigir a los centros de datos que soporten las caídas de tensión rutinarias sin desconectarse.
Sin embargo, los operadores de los centros de datos se oponen debido al peligro de dañar los equipos electrónicos y los sistemas de refrigeración.
En todo el mundo
El crecimiento de estos centros afecta a las redes eléctricas en la mayoría de los países desarrollados.
- Europa: Se espera que la demanda de energía de estos centros en la Unión Europea aumente de 100 TWh en 2022 a 150 TWh para 2026, lo que representa una dificultad para las infraestructuras eléctricas.
- Irlanda: Este país experimenta un alto consumo energético por parte de los centros de datos, llegando a consumir una quinta parte de la electricidad total del país. Inicialmente, Irlanda detuvo la construcción de nuevos centros de datos conectados a la red debido a esto, aunque luego revirtió esa decisión. Se están implementando medidas para reducir el impacto ambiental.
- Singapur: Después de una suspensión en 2019, Singapur reinició la construcción de centros de datos con un enfoque en la sostenibilidad, liberando más capacidad energética para estos proyectos.
- China: Los centros de datos en China contribuyen de manera importante a la contaminación debido a su dependencia del carbón para la generación de energía, lo que genera problemas ambientales.
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