Recientemente tuve la oportunidad de platicar con una pareja que me buscaba porque tenía en mente el adquirir una franquicia como medio de diversificación de sus inversiones. Pero ante tantas opciones que vieron en el mercado se sintieron abrumados y por medio de un amigo tercero decidieron tomar la mejor decisión de su vida que fue asesorarse antes de firmar ese contrato o entregar ese cheque al franquiciador. Al final de las sesiones de consultoría pudimos encontrar el modelo de empresa franquiciante que más se acercaba a lo que ellos tenían en mente en términos de giro, tiempo que le podían dedicar al negocio y, por supuesto, cantidad a invertir.
Es increíble como en 5 sesiones puede cambiar tanto la percepción que una persona tiene de lo que es y cómo funciona una franquicia. Desde la falsa idea de que todas son iguales y que funcionan en piloto automático, hasta la idea de que mágicamente me dejarán dinero sin invertir mi tiempo. Esta percepción, con la capacitación y el asesoramiento adecuado se transforma en la comprensión de que, si bien la franquicia es un modelo de aceleración de los negocios probado en el mercado mundial, hay que ser muy selectivo en determinar cuál de todas ellas es la que mejor se adecúa a nuestra situación personal. La invitación a todos aquellos en este proceso a que busquen ayuda y acompañamiento en este camino.
Después de este tipo de sesiones no puedo más que preguntarme ¿Qué motiva a una persona a adquirir una franquicia? A lo largo de mi trayectoria en el mundo de las franquicias y después de haber tenido la oportunidad de estar en gran cantidad de ferias de franquicias alrededor del mundo y de tener el gusto de atender a no menos de 1,000 personas en este tipo de consultorías, he identificado diversas razones para el mercado latinoamericano. Entre las más comunes te comparto las siguientes cinco:
1. El trabajador o trabajadora de más de 40 años que por alguna razón deja su empleo. Tiene dos opciones: buscar reinsertarse en el mercado laboral, lo cual es realmente complicado y ante esta adversidad, decide emprender.
2. El o la profesionista que lleva una buena carrera y cuenta con estabilidad económica en su actividad actual y busca diversificar sus ingresos a través de un negocio propio.
3. El jubilado o la jubilada que, aún con energía y motivación, desea dedicarse al negocio de sus sueños.
4. El empresario o la empresaria que ve en la franquicia una opción para que su cónyuge, hijos, hermanos u otros familiares cercanos generen ingresos.
5. El joven egresado universitario que no está dispuesto a pagar el precio en tiempo, dinero y esfuerzo, y algo muy importante, que no está dispuesto a correr el riesgo de la prueba y error de iniciar un negocio por su cuenta.
Algunas de estas razones pueden parecer más válidas que otras, pero lo cierto es que, más allá de lo que te motive por tu historia pasada o presente, lo realmente determinante es tu futuro. Una franquicia no es una solución momentánea; es una decisión que definirá en qué invertirás tu tiempo, esfuerzo y recursos durante muchos años (generalmente un contrato de este tipo suele tener una vigencia de entre 6 a 12 años). Por lo tanto, es una decisión que debe analizarse con mucho cuidado y con mucha paciencia.
En las 5 razones expuestas encontré una característica en común, la falta de preparación en temas administrativos y de negocios de los candidatos. No todas las franquicias te ayudan en estos temas por lo que requerirás formación adicional en universidades para formarte en temas financieros.
La decisión no es solo tuya
Aunque unirse a un sistema de franquicia puede parecer la opción ideal para ti, la decisión final no depende únicamente de tu deseo o capacidad de inversión. Es el franquiciador quien evaluará si eres la persona adecuada para representar su marca. No basta con que te guste el concepto o creas tener las habilidades necesarias; un buen franquiciante revisará tu perfil y el potencial de tu territorio para asegurarse de que hay un ajuste adecuado. Y esto es positivo: garantiza que ambas partes tengan mayores probabilidades de éxito.
¿Experiencia previa? No siempre es un requisito
Uno de los mitos más comunes es que haber trabajado en el giro de la franquicia te da una ventaja. Sin embargo, muchas marcas prefieren que NO tengas experiencia en la industria, ya que esto facilita que te adaptes a sus métodos y estándares sin intentar aplicar conocimientos previos que podrían no encajar con su modelo de negocio.
Por otro lado, adquirir una franquicia te permite incursionar en un sector que te apasiona, aunque no tengas experiencia en él. Gracias al respaldo, capacitación y soporte del franquiciante, puedes aprender y operar el negocio con mayor rapidez y eficacia.
Más que un negocio, un estilo de vida
Es importante, muy importante que comprendas que no estás simplemente invirtiendo en un negocio, sino adquiriendo un estilo de vida. La franquicia que elijas determinará tu día a día, la manera en que administrarás tu tiempo y los retos que enfrentarás. Reflexiona si el giro, la operatividad y las exigencias de la franquicia se alinean con tus objetivos y con la vida que deseas construir. Solo así tomarás una decisión informada y acertada para tu futuro.
Recuerda, no hagas caso a los vendedores de humo, a los consultores de papel y/o a las empresas que te prometan números fantásticos o que te digan que las franquicias son lo máximo. Un gran porcentaje de los fracasos en franquicias (casi el 90%) se producen debido a dos razones fundamentales. La primera es que el candidato se dejó “vender”, no supo que compró y al poco tiempo se ve envuelto en un negocio que no le gusta o que no puede pagar; y la segunda es que el franquiciador le vendió al primero que pasó, sin analizar realmente si era un candidato adecuado para la marca y para su sistema de trabajo. Infórmate, capacítate previamente y define con una decisión acertada que franquicia formará parte de tu familia en los próximos años.
“Everybody can be great, because everybody can serve.”
Si quieres ser importante, maravilloso. Si quieres ser reconocido, maravilloso. Si quieres ser grande, maravilloso. Pero reconoce que el más grande entre ustedes será tu siervo. Esa es una nueva definición de grandeza. Al dar esa definición de grandeza, significa que todos pueden ser grandes, porque todos pueden servir. No necesitas un título universitario para servir. No tienes que hacer que tu sujeto y tu verbo concuerden para servir. No tienes que saber de Platón y Aristóteles para servir. No tienes que conocer la teoría de la relatividad de Einstein para servir. No tienes que conocer la segunda teoría de la termodinámica en física para servir. Solo necesitas un corazón lleno de gracia, un alma generada por el amor. Y puedes ser ese siervo. Dr. Martin Luther King, Jr.
Espero que esta colaboración (número 87) sea de utilidad para ti y para tu negocio. Recuerda visitar mi canal de Youtube “FranchiseZar” donde encontrarás un gran acervo en temas de negocios, franquicias y emprendimiento. Escúchame en el canal de FB de LA FORMULA DE LA FRANQUICIA. ¿Interesado en adquirir una franquicia? Pregúntale a FranchiseZar® y #notedejessoprender. Se despide de ustedes su amigo el Zar de las Franquicias, nos vemos en la próxima.