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Según un informe de PwC sobre el impacto de la IA, se espera que la inteligencia artificial agregue $15.7 billones al PIB global para 2030.
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McKinsey ha reportado que EE. UU. ha invertido más de $40 mil millones en inteligencia artificial en 2023, destacando el liderazgo estadounidense en este sector.
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OpenAI ha alertado sobre el rápido avance de DeepSeek.
En un contexto cada vez más competitivo en el ámbito de la inteligencia artificial (IA), OpenAI ha emitido una carta dirigida a la Oficina de Política Científica y Tecnológica de EE. UU., señalando una creciente amenaza proveniente de China. Según la organización, el avance imparable de DeepSeek, un modelo de IA desarrollado con apoyo directo del Partido Comunista Chino, ha puesto en alerta al equipo de Sam Altman, quien advierte que el liderazgo de Estados Unidos en el sector está en riesgo.
Y es que, la rápida evolución de DeepSeek ha sorprendido por su capacidad para adaptarse y desafiar a los modelos de IA dominantes como GPT-4 y Gemini, lo que ha encendido las alarmas en OpenAI. A diferencia de otras tecnologías de IA, DeepSeek opera bajo un marco que está completamente alineado con las políticas del régimen chino, sujeto a las estrictas leyes de datos y vigilancia del gobierno de Xi Jinping. Fue mediante una carta dirigida a la Oficina de Política Científica y Tecnología, la compañía de Altman expresó su preocupación de que el control estatal sobre la IA china podría derivar en usos peligrosos como espionaje, censura y campañas globales de desinformación.
En su misiva, OpenAI no solo hace un llamado a la administración estadounidense para que implemente restricciones sobre DeepSeek, sino que también insta a que se endurezcan las políticas frente a todas las IAs provenientes de China. La empresa considera que la adopción global de tecnologías chinas podría ser catastrófica para la seguridad de las infraestructuras críticas de Estados Unidos, tanto a nivel gubernamental como privado.
De acuerdo con hipertextual, para contrarrestar esta amenaza y preservar su posición como líder mundial en el desarrollo de inteligencia artificial, OpenAI ha propuesto un plan en cinco áreas clave: regulación innovadora, control de exportaciones, protección de derechos de autor, desarrollo de infraestructura y adopción por parte del gobierno. El objetivo central es crear un entorno regulatorio que impulse la innovación sin obstaculizar el progreso, buscando una colaboración entre el sector privado y el gobierno federal que permita a las empresas de IA estadounidenses competir de manera efectiva sin ser sofocadas por regulaciones demasiado restrictivas.
Dentro de su plan, OpenAI también destaca la necesidad de fortalecer el control de exportaciones para evitar que tecnologías sensibles, como chips y modelos de IA avanzados, caigan en manos de adversarios extranjeros. Además, la compañía aboga por un enfoque equilibrado en cuanto a los derechos de autor, protegiendo tanto a los creadores de contenido como a los desarrolladores de IA, al mismo tiempo que se preserva la capacidad de los sistemas de IA para entrenarse de manera efectiva.
Con este enfoque, OpenAI busca no solo mitigar los riesgos asociados con la IA china, sino también garantizar que Estados Unidos continúe siendo un referente global en innovación tecnológica en un panorama donde el poderío de China parece cada vez más imparable.
En ese sentido, la carrera por liderar la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en uno de los mayores campos de competencia tecnológica a nivel global, con naciones y empresas compitiendo por desarrollar los modelos más avanzados y aplicar estas tecnologías en sectores clave como la seguridad, la salud, la economía y la infraestructura.
El avance en IA está marcado por modelos cada vez más sofisticados y potentes, desde el desarrollo de sistemas de IA que superan a los humanos en tareas específicas, como el análisis de grandes volúmenes de datos, hasta la creación de modelos generativos.
De hecho, Estados Unidos ha sido históricamente el líder en innovación tecnológica, con empresas como OpenAI, Google, Microsoft y Apple a la vanguardia de los desarrollos en IA. La cultura de innovación abierta y la colaboración entre empresas tecnológicas y organismos gubernamentales han permitido a EE. UU. mantenerse en una posición dominante. Según un informe de McKinsey, EE. UU. invirtió más de $40 mil millones en IA en 2023, una cifra que refleja su compromiso por mantener el liderazgo. Las grandes corporaciones y startups estadounidenses han desarrollado modelos de IA de gran impacto, como GPT-4 de OpenAI, que establece un estándar para la creación de modelos generativos.
Por otro lado, China ha incrementado rápidamente su presencia en la IA, impulsada por un fuerte apoyo del gobierno y una estrategia nacional para dominar este campo. Desde 2017, el gobierno chino ha establecido planes nacionales como la “Iniciativa de Inteligencia Artificial de Nueva Generación”, con el objetivo de convertirse en líder mundial en IA para 2030. En 2022, China superó a Estados Unidos en el número de publicaciones científicas sobre inteligencia artificial, y el país también ha logrado avances significativos en áreas como el reconocimiento facial y la IA aplicada a la vigilancia. Además, empresas chinas como Baidu, Alibaba, Tencent y Huawei han desarrollado sus propias soluciones de IA avanzadas, algunas de las cuales están siendo implementadas en el ámbito militar y de seguridad, lo que genera preocupaciones sobre su uso para el control social y la censura.
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