- Brookfield está buscando comprar acciones de empresas de energía renovable que cotizan en bolsa, aprovechando la caída tras las políticas anti-verdes de Trump.
- La demanda de electricidad, impulsada por los centros de datos, asegura el futuro de las energías renovables a pesar del apoyo de Trump a combustibles fósiles.
- Brookfield hizo adquisiciones importantes, además de un acuerdo con Microsoft.
El panorama energético mundial está en un escenario de cambio con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Es que en medio de la incertidumbre política y los debates sobre el cambio climático, algunas compañías están viendo oportunidades donde otros ven riesgos.
Un caso es Brookfield, uno de los mayores fondos propietarios de acciones de energía renovable del mundo, que está aprovechando la actual coyuntura liderada por Trump en favor de los combustibles fósiles para adquirir activos a precios más que atractivos.
Brookfield, una “ballena” en el mundo de las inversiones que administra 126 mil millones de dólares en energía renovable y de bajas emisiones de carbono, dijo que está buscando grandes productores de energía sostenible que coticen en bolsa, según publica el Financial Times este miércoles 12 de febrero.
La estrategia surge tras una caída en las acciones de empresas de energía renovable, provocada en parte por las políticas de Trump, quien apenas asumió (como se esperaba, por cierto) tomó medidas para reducir las iniciativas de energía verde.
Sin embargo, Brookfield considera que esta reacción del mercado es exagerada y que el futuro de las energías limpias sigue siendo brillante.
El apetito por la energía verde se volverá a disparar
La lógica detrás de esta apuesta es que la demanda de electricidad en todo el mundo sigue en ascenso, impulsada por el auge de los centros de datos y la creciente necesidad de energía en todos los sectores.
Brookfield señala que esta mayor demanda requerirá de todas las soluciones de generación de energía, lo que significa que las energías renovables jugarán un papel de liderazgo debido a su bajo costo.
En otras palabras, aunque la administración Trump favorezca a los combustibles fósiles, la necesidad real de energía limpia sigue creciendo, creando un mercado prometedor para quienes invierten en este sector.
La situación es similar a una campaña de publicidad donde se utiliza la narrativa de “lo que otros ven como un problema, nosotros lo vemos como oportunidad”.
En efecto, Brookfield está utilizando las bajas valuaciones de las empresas de energías renovables para construir una cartera más sólida a largo plazo.
La diferencia entre las valuaciones de mercado público y privado es tan grande que Brookfield anticipa buenas oportunidades de inversión.
Movimientos estratégicos y expansión global
Brookfield no solo está buscando compras en Estados Unidos, también busca expandir su cartera a nivel global. El año pasado adquirió una participación mayoritaria en la productora francesa de energía renovable Neoen, así como cuatro grandes parques eólicos en el Reino Unido a la desarrolladora danesa Ørsted.
Además, llegó a un acuerdo con Microsoft para desarrollar 10.5 gigavatios de capacidad de energía verde para sus centros de datos, lo que podría costar más de 10 mil millones de dólares.
Todo esto demuestra la confianza de Brookfield en el potencial de las energías renovables y su capacidad para asegurar acuerdos de alto valor.
Durante el cuarto trimestre de 2024, Brookfield recaudó un récord de 29 mil millones de dólares en efectivo de nuevos inversores, incluyendo 3.5 mil millones de dólares para su segundo fondo de “transición energética”.
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