- Las ventas de Tesla cayeron y sus acciones bajaron debido a las polémicas de su CEO, Elon Musk.
- La imagen de Musk, con sus acciones y comentarios políticos, está afectando la percepción de la marca Tesla.
- Además de los problemas con Musk, Tesla enfrenta una mayor competencia y una línea de productos que se está quedando anticuada.
Tesla, alguna vez símbolo de innovación y sostenibilidad, enfrenta un momento de incertidumbre. Los últimos reportes financieros revelan una disminución en las ventas globales, un revés poco común para la marca.
Las acciones de Tesla también están sufriendo el golpe.
Pero más allá de los números, la pregunta que ronda en Wall Street y en la mente de los consumidores es si Elon Musk, el director ejecutivo de Tesla (y de tantas otras firmas), se ha convertido en el principal problema de la marca. Algo de esto ya analizamos antes en Merca2.0, en ese momento, cuando estaba comprando Twitter.
Los comportamientos polémicos de Musk, sin duda, están generando críticas (buenas y malas). Desde su supuesto saludo romano en la segunda toma de posesión de Donald Trump, pasando por sus apariciones en eventos de la ultraderecha en Alemania, hasta publicaciones en redes sociales haciendo alusión a figuras nazis, las acciones del CEO han provocado reacciones. Y la imagen de Tesla no puede ser ajena.
La marca, que antes era sinónimo de tecnología de punta, ahora debe lidiar con la tormenta causada por las acciones políticas de su líder.
El peso de la personalidad: Musk es Tesla y Tesla es Musk
Para muchos consumidores, Tesla no es solo sus carros, sino también Elon Musk.
Esta fuerte asociación, que en un principio fue una ventaja, ahora se ha transformado en un inconveniente.
Un estudio de Electrifying.com reveló que cerca de dos tercios de los compradores de autos en el Reino Unido evitan la marca debido a la conducta de Musk.
“Tesla es sinónimo de Elon Musk y cualquier cosa que él haga indudablemente tendrá un impacto en el valor de la marca”, le dijo al medio inglés The Drum David Triana, director de relaciones con medios de Axia Public Relations.
Jason Mudd, CEO de Axia Public Relations, coincide en que las acciones personales y profesionales de Musk a menudo inician debates públicos, pues representan más que una conducta individual; se convierten en un reflejo de las marcas con las que está asociado.
Cuando Musk realiza un acto controversial, esto impacta en las partes interesadas de Tesla, incluyendo a clientes, inversionistas y empleados, generando un efecto en cadena que intensifica el problema.
Los expertos señalan que la participación de Musk en la administración de Donald Trump podría relacionar aún más a Tesla con la derecha alternativa, alienando a potenciales clientes que antes considerarían comprar un auto de la marca.
Desde Jobs a Ricardo Salinas
Este fenómeno recuerda a otros casos en la historia del marketing donde la figura del fundador o director general se vincula de forma tan fuerte a la marca que su imagen se vuelve un activo y a la vez un riesgo.
Un ejemplo de esto es Steve Jobs con Apple, cuyo carisma y visión llevaron a la empresa a la cima, pero también generaron controversia en ciertos momentos.
En México, casos como Ricardo Salinas Pliego con Grupo Salinas también muestran esta dinámica, donde su estilo personal y sus declaraciones influyen en la percepción de las empresas del grupo.
Incluso en la industria de la moda, figuras como Coco Chanel o Christian Dior, que en su momento establecieron las bases de sus respectivas marcas, siguen siendo parte fundamental de su identidad, lo cual ha influido en su reputación y valor.
Más allá de Musk: Los retos de mercado para Tesla
Más allá de las polémicas en torno a su CEO, Tesla también enfrenta problemas “reales” en el mercado.
El reporte del cuarto trimestre de 2024 no solo muestra una disminución en las ventas, sino también una cada vez mayor preocupación por la línea de productos de la compañía.
Si bien los planes para lanzar modelos más accesibles en 2025 y la continuidad en el desarrollo de su tecnología de conducción autónoma ofrecen esperanza, Tesla se enfrenta a una competencia cada vez mayor de fabricantes tradicionales y marcas chinas de vehículos eléctricos como BYD, Nio y Xpeng.
La línea de productos de Tesla también se está volviendo anticuada. Los modelos S y X tienen más de una década, y aunque el Model 3 y Model Y siguen vendiéndose bien, enfrentan rivales con características novedosas a precios competitivos.
Incluso el debut del Cybertruck ha generado incertidumbre sobre su demanda a largo plazo.
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