Marco Rubio, el nuevo Secretario de Estado de origen latino, Elon Musk, el millonario empresario de la tecnología, nacido en Sudáfrica y J.D. Vance, el vicepresidente, tienen un par de denominadores comunes en independencia de ser la parte importante del gabinete de Trump, están vinculados con la inmigración y son los tres funcionarios más visibles que manejarán temas torales de esta administración como la política exterior, el desarrollo tecnológico y espacial, así como la vinculación interior y la diplomacia, respectivamente.
Los mencionados funcionarios han puesto a operar sus agendas esta misma semana. Rubio anunció su primera gira de trabajo para este mismo mes, apuntando a América Latina con paradas en Guatemala, El Salvador, Costa Rica, República Dominicana y la controvertida Panamá que tiene como actor estelar a su canal, mismo que desea recuperar la administración Trumpiana.
Lo anterior revela que el Presidente 47, no desea perder el tiempo en la ejecución de su discurso de toma de posesión y mueve a sus alfiles de inmediato. Su frase de – ¨China está operando el canal de Panamá, pero no se lo dimos a China. -Se lo dimos a Panamá y lo vamos a recuperar¨, revela su política expansionista que desea controlar la región.
La narrativa del gobierno de Trump funciona hasta ahora como todo buen reloj suizo, preciso y de calidad, pues los dichos del presidente han sido bien respaldados por sus secretarios. Un ejemplo de ello, es la frase de Marco Rubio sobre el Canal: ¨Este es un asunto legítimo al que hay que responder, no es algo que el presidente se esté inventando¨.
Elon Musk, el más disruptivo de los miembros del gabinete de Trump y que esta semana elevó a su fortuna a los 434 millones de dólares, realizará un profundo recorte de las agencias federales que no necesiten el visto bueno del Congreso para disolverlas, ordenará, apoyado en el decreto de Trump, que los trabajadores federales dejen el home office y regresen los cinco días de la semana a sus lugares de trabajo, además de revisar todo el sistema tecnológico con el que opera el gobierno.
Sin embargo, deberá superar su desencuentro con otro millonario dedicado a la biotecnología, Vivek Ramaswamy, que le apoyará en estas tareas y quien parece no estar de acuerdo en las formas filosóficas para operar el DOGE, ( oficina de eficiencia gubernamental) y a quien le gusta los reflectores, aspecto mediático que no le termina de gustar al mismo Trump.
En el caso de J.D., que pasó de crítico de Trump a su compañero de fórmula y que apareció en la escena pública con su libro, todo un best seller: Hillbily Elegy: A memoir of a family and Culture in crisis, obra que retrata la crisis de la clase trabajadora blanca. Vance, deberá alinearse completamente a los designios del también líder republicano, sabedor que es su segundo al mando y su suplente para el salón oval.
Los primeros pasos del gobierno de Donald Trump han iniciado con determinación. Para el mundo y en especial para México, inician también las tareas de contención y cabildeo.
Nos encontraremos más adelante.
Federico Torres López.