La inflación y el desempleo se han posicionado como los temas más preocupantes para los ciudadanos de todo el mundo, según una reciente encuesta realizada por Ipsos a 23,287 personas en 29 países durante los meses de noviembre y diciembre de 2024. En la investigación, los resultados reflejan la preocupación generalizada por la situación económica y social en diversas partes del planeta.
De acuerdo con el estudio, un 32% de los encuestados consideró que la inflación es uno de los principales problemas que enfrenta su país en la actualidad. Este dato demuestra el impacto negativo que los aumentos de precios continúan teniendo en la vida diaria de las personas, afectando especialmente el poder adquisitivo de las clases medias y bajas. La inflación ha golpeado fuertemente a las economías de diversos países, haciendo más costoso acceder a productos y servicios básicos, lo que a su vez aumenta la presión sobre los hogares.
El crimen y la violencia también son cuestiones que preocupan a un alto porcentaje de la población, obteniendo un 31% de menciones en la encuesta. Este problema es particularmente relevante en regiones donde la seguridad se ha visto comprometida por el aumento de actividades delictivas, lo que genera un sentimiento de vulnerabilidad y desconfianza en las instituciones encargadas de garantizar la paz social. Los ciudadanos en diferentes países piden soluciones más efectivas para erradicar la violencia y proteger la seguridad pública.
La pobreza y la desigualdad social siguen siendo problemas persistentes en muchas naciones, con un 29% de los participantes identificando estos factores como una de las principales preocupaciones. La brecha entre ricos y pobres sigue ampliándose, lo que alimenta la frustración y la percepción de que las políticas públicas no están abordando adecuadamente las necesidades de los sectores más desfavorecidos.
Adicionalmente, el desempleo ha generado gran inquietud, siendo señalado por un 27% de los encuestados. La falta de empleos, especialmente en contextos de desaceleración económica, está afectando la estabilidad laboral y económica de millones de personas. La automatización, la falta de capacitación adecuada y los cambios en las estructuras laborales son algunos de los factores que contribuyen al aumento del desempleo y la precarización laboral.
Por otro lado, la corrupción política y financiera también figura entre las principales preocupaciones de los ciudadanos, con un 27% de menciones. La desconfianza en las instituciones públicas y la percepción de que los recursos no se destinan de manera eficiente alimentan el descontento social. La falta de transparencia en el manejo de los fondos públicos y los escándalos de corrupción en diversos gobiernos continúan siendo un tema candente en muchos países.
La sanidad, otro tema de preocupación para un 23% de los encuestados, refleja las deficiencias en los sistemas de salud, que a menudo no logran garantizar acceso y calidad a los servicios médicos básicos. Esta preocupación se ve reflejada en los altos costos de atención médica, la falta de infraestructura adecuada en ciertas regiones y la saturación de los hospitales, lo que provoca grandes desigualdades en el acceso a la salud.
