Se presentó esta semana el Plan México por parte del gobierno federal, un plan sexenal cargado de buenas intenciones que presupone una inversión de 277 mil millones de dólares que nos permitiría en el mejor de los mundos, dejar el lugar trece como economía mundial y acceder al top ten ubicándonos en un lugar de privilegio que nos permitiría negociar con nuestros pares en mejores condiciones. Este programa de alto impacto merece un análisis más a fondo.
La primera reflexión: ¿ No convendría habernos esperado a que pasara el veinte de enero, día de la toma de posesión de Donald Trump, para planear la ruta económica?
Todos sabemos que el lunes próximo, el Presidente número cuarenta y siete de los EUA, en cuánto llegue a su escritorio, el famoso RESOLUTE, firmará una serie de órdenes ejecutivas que impactarán a la economía y seguridad nacional así como la política migratoria de México que moverá todo el tablero estratégico que pudo haberse pactado en el Plan de Claudia Sheinbaum. Habrá que diseñar rutas alternativas que nos permita navegar la nave en aguas tormentosas.
La otra lectura del plan, al haberlo lanzado antes de la llegada de Trump al poder, es enviarle un mensaje a Trump que le indica la forma en que México se alejará de la economía China. Es una reacción antes del golpe arancelario.
Por otra parte, idea del relanzamiento de la marca, ¨HECHO EN MÉXICO¨, no deja ser un programa de reputación e identidad que es digno de encomio pero a su vez, obliga a los productos a cumplir con normas de calidad, innovación y sustentabilidad que puede complicar los tiempos de producción y la puesta en punto de nuestros productos. Basta tomar como ejemplo los esfuerzos que ya hicieron el Presidente José López Portillo, el actor que la pone en ruta y que fue diseñada por Omar Arroyo Arriaga en la extinta secretaría de comercio y fomento industrial y retomada con Fox, Calderón y en el 2017, con AMLO, sin obtener el éxito esperado.
El reto para convertir a México en la economía número diez es retador, pues se requiere por parte del gobierno de un aumento en la inversión por encima del 25% del PIB, que en el año 2023 fue de 1.7 billones de acuerdo al Banco de México. Aquí la pregunta es… ¿ La Presidenta disminuirá la partida social, es decir la inversión en sus programas sociales que le garantizan votos para buscar escalar en el rating de los países que invierten para crear empleo y la posterior derrama económica?
Otra gran asignatura que lleva pendiente varios sexenios es el apoyo a las pymes , categoría de empresas que han luchado por financiamiento sin mucho éxito. La nueva iniciativa propone elevar al treinta por ciento el respaldo a las pequeñas y medianas empresas que en México llegan a conformar hasta el 90 % del empresariado. De acuerdo a cifras de la Patronal Mexicana, solo el 12.4% de la pymes accede a financiamiento.
Finalmente, el Plan México tiene como objetivo que el país esté entre los cinco más visitados del mundo, actualmente está en el lugar nueve. Aunque no se proporcionó el Know How para llegar a la meta, la pregunta aquí es ¿ Con el nivel de inseguridad de México, los turistas estarían dispuestos a elegir nuestras playas, montañas y ciudades como destino de descanso?
Nadie queremos que a México le vaya mal, lo deseable es que los planes gubernamentales estén aterrizados y sean sustentables.
Nos encontraremos más adelante.
Federico Torres López.